Enhorabuena, maese Atikus.
La fotografía placiome desde el primer día que la contemplé; excelente ojo el vuestro al reparar en tan pintoresco y evocador establecimiento, es de esos que sugieren casticismo y pintoresco costumbrismo, y se hallan impregnados de esa solera que la Historia deja en ellos en forma de reminiscente poso de pasadas glorias.
Un muy acertado encuadre y un blanco y negro muy del mío gusto y que, creo marida perfectamente con la composición. El maese viandante lo considero interesante por cuanto dinamismo y cotidianidad aporta.
Lo dicho: enhorabuena, mi buen maese.