Mil gracias por el detalle, Domingo.
Finalmente no compré la ampliadora, lo decidí nada más verla: era una Konix sencillísima, sin portafiltros ni condensador ni difusor (la bombilla iluminaba directamente el negativo). Tampoco había reloj, ni marginador, ni lupa de enfoque ni luz roja, únicamente unos botes de químicos caducados y, eso sí, unos tanques Jobo en muy buen estado. La verdad es que no merecía la pena.
He de reconocer que me ha entrado el gusanillo y sí me apetecería tener una ampliadora en casa, así que quién sabe, tal vez encuentre alguna buena oferta alguno de estos días...