Es un placer poder estrenar un objetivo manual. No estamos muy acostumbrados a ello.
Afortunadamente, la firma coreana Samyang nos está acostumbrando a algunos.
Compré el
14mm de Samyang como angular extremo para mi Canon 5D. Un angular de 14 milímetros en un sensor de 24x36 da una perspectiva a la que no estamos acostumbrados. Buscaba ese extremo.
Mi unidad es de montura Nikon F. ¿Por qué comprar un objetivo con montura Nikon para una Canon, cuando el fabricante ya proporciona una versión con montura EOS? Muy fácil, porque la versión EOS no tiene ningún tipo de electrónica, lo que hace que no se disponga de confirmación de enfoque ni haya posibilidad de guardar en los datos EXIF la apertura utilizada en cada toma.
Así pues, la versión Nikon con un anillo adaptador con chip programable nos proporciona estas dos funciones, y de paso nos permite utilizar también el objetivo en una eventual reflex Nikon (de la que ahora no dispongo).
En la versión EOS también hubiera sido posible encolar un chip de confirmación de enfoque para tener la misma funcionalidad, pero hubiera sido una solución más chapucera.
Las formas del objetivo llaman la atención. El barrilete parece normal, pero en el frontal hay un ensanchamiento muy notorio en el que está ubicada una lente frontal enorme en comparación con el barril. Su forma es muy abombada. Viene protegida por un parasol fijo rígido, que no permite enroscar ningún tipo de filtro. Seguramente, sería imposible montar uno sin viñeteo dado el ángulo de cobertura de 114 grados.
La tapa del objetivo tampoco es la usual. Para cubrir el parasol fijo tiene que tener un diámetro de 90mm y una profundidad de 34mm. Vamos, que es muy aparatosa. Por suerte se pone y se quita con relativa facilidad.
En cuanto al accionamiento de los anillos, ningún problema, ¡es un objetivo nuevo!
El anillo de diafragmas está muy cerca de la montura, algo retrasado para mi gusto. Tiene clics bien colocados en los diafragmas y medios diafragmas. Las aperturas van desde f2,8 a f22.
El anillo de enfoque tiene cierta firmeza, no es de los que van muy suaves. El recorrido es de unos 240 grados.
En general, el acabado es muy bueno. No estamos ante un producto con aspecto de barato y malo. Todo es metálico (excepto la goma que recubre el aro de enfoque) y está perfectamente ajustado. No hay holguras de ningún tipo.
Las fotos tampoco defraudan. La presentación de este objetivo tiene una pequeña historia. Cuando Samyang anunció el lanzamiento del objetivo se detectaron algunos problemas de rendimiento (especialmente en la gestión de las aberraciones cromáticas) que hizo que el producto volviera a la mesa de diseño antes de ver la luz. Este segundo diseño se identificó por las siglas UMC.
El diseño moderno se nota. El contraste es muy alto, la nitidez centro-esquina es increible para un 14mm de este precio (gracias en parte al uso de una lente asférica), y tiene algunas características que están apareciendo calcadas en los últimos fijos angulares: viñeteo alto, resolución muy alta y distorsión geométrica no muy bien corregida, con inversión final (bigote). El Distagon 21 de Zeiss es otro ejemplo de esto.
A la hora de componer con este objetivo hay que trabajar bien las tomas. En un primer momento, tenemos tanto ángulo de visión que se hace muy difícil llenar la toma. Si hacemos lo acostumbrado, el sujeto nos queda en el centro ocupando un trozo pequeño del fotograma.
Si analizamos unos recortes del centro y la esquina (sin ningún enfoque digital), vemos el poder resolutivo de este objetivo.
recorte del centro al 100x100
recorte de la esquina 24x36 al 100x100
Los recubrimientos de última generación permiten un control de los reflejos internos bastante buena. En la siguiente toma, el sol está dentro de la imagen.
La distancia mínima de enfoque de 28 centímetros nos permite "jugar" a deformar los objetos con ayuda de la perspectiva.
Veamos la gestión de la distorsión geométrica con un ejemplo:
El precio a pagar por una resolución tan alta es una distorsión no tan bien contenida. El uso de la lente asférica además, nos causa como efecto secundario una inversión final. La distorsión no es esférica simple, sino que hacia los bordes del fotograma cambia su naturaleza y "rectifica" la curva central. Esto causa que la corrección de esta distorsión en el procesado sea bastante más compleja que si fuera una distorsión de tipo simple.
En este caso, vemos que en el centro la columna tiene un aspecto normal, pero que el muro que la acompaña a la derecha, que es completamente recto, aparece muy curvado. En este caso, el efecto se multiplica al tener estos elementos cerca del objetivo.
De buenas a primeras no se me hubiera ocurrido usar este objetivo para retrato, pero tras charlar un rato con un trotamundos que me encontré le pregunté si podía hacerle un retrato, y como sólo tenía puesto el Samyang 14mm, pues con ese se lo hice.
Siguiendo con el retrato, vemos qué tal aparecen las zonas fuera de foco, el
bokeh a plena apertura.
Cuando los motivos no están tan cercanos a la cámara, esta sensación de perspectiva exagerada se amortigua.
Otro ejemplo en el que se nota claramente la distorsión del Samyang.
En un recorte al 100x100 del anterior veremos un mínimo residuo de aberraciones cromáticas en forma de perfil azul, pero muy poco preocupante, la verdad.
Ya para finalizar, un par de tomas para ver el buen hacer de este objetivo. Los efectos de la distorsión aquí presentados están buscados a posta. Hay que tener cuidado con sujetos con muchas rectas, pero se puede uno olvidar del tema con sujetos con predominancia de curvas.
Saludos.