Ayer por la tarde revelé con el revelador de papel comprado y no con el HC-110, un revelador de Kodak fabricado para película. Había comprado
éste, tal y como conté en el mensaje anterior, pero un problema de existencias de
Foto-R3 hizo que no me pudieran mandar el que ya había pagado (Foto-R3 tiene un problema serio con la aplicación que controla y da vida a su tienda a través de la red, pues de cuatro pedidos que les he hecho he tenido problemas en cuatro. Mark, el dueño y administrador, pone buena voluntad, pero hay cosas que no deben ocurrir. De hecho, en foros más
globales se
duda de la tienda: este hecho es nefasto para Foto-R3. Es una lástima que una tienda de España con tanto potencial vaya dando pasos en falso).
El revelador que recibí es el
Agfa Print NE. Foto-R3 me ofreció el cambio de las cuatro cajas de Argeti n-113 de las que no tenía en almacén por una botella de Print NE sin coste; creo que he salido ganado con el cambio, ya que la botella de Print NE puede rendir hasta poco más de 19 litros de revelador usado en su máxima dilución (1+15).
Estuve cerca de cinco horas metido en el
labo y los resultados fueron agridulces; algunos de vosotros los veréis la semana que viene. He de trabajar muchísimo más el control de tiempos y, sobre todo, el contraste. Hay muchos factores a tener en cuenta y hay que trabajar en cada uno de ellos.
Por cierto: tenía tres termómetros. Uno digital de los chinos, uno clásico de mercurio y otro plasticoso de, supongo, también mercurio. Bien. El de los chinos murió tras intentar bucear en el revelador. Pero el plasticoso teóricamente de mercurio mentía en casi ¡7 grados!. Impresionante. No sabía yo que los termómetros clásicos pudiesen hacerlo tan mal.