A mí me parece excesivo –digo excesivo por no decir ridículo– eso del balance de blancos perfecto.
Entre otras cosas porque es falso y no existe "un equilibrio de blancos perfecto" y depende también de cada objetivo, de cada película, de cada "revelador", de cada sensor, de las tintas de cada impresora, de la emulsión y tono del papel, de los monitores... de tantas cosas que no se controlan durante la toma que, simplemente, es imposible.
En película se corrige grosso modo usando la adecuada a la fuente de iluminación (recuerdo que solo hay de 2 tipos) y con una gama muy limitada de filtros correctores, que van en pasos bastante grandes de °K.
Sinceramente, no creo que haga falta ningún extraño artilugio de precio desorbitado ni ninguna carísima carta específica para obtener un equilibrio de blancos prácticamente perfecto.
Un simple folio blanco para realizar la medición, o incluir ese folio en la primera toma que se haga para después ajustar del mismo modo todas en el revelado –o ,en el 90% de los casos, el automático de la cámara como punto de partida– es más que suficiente para un correcto equilbrio de blancos.
Saludos.