0 Usuarios y 2 Visitantes están viendo este tema.
Si el premiado hubiera sido mi merced (permitidme tan absurdo como quimérico supuesto ) y las mías convicciones coincidieran con la de la premiada, hubiera recogido el premio por respeto a su naturaleza, al jurado, que ha tenido la deferencia de distinguirme con tan magno reconocimiento, y a los demás premiados, aunque me hubiera negado a recogerlo de manos de un político justificándome por el desacuerdo con la suya línea de acción o manifestando explícitamente este desacuerdo en la ceremonia de entrega, tratando de ponerlo en evidencia en ella. De ese modo, el desaire quedaría circunscrito al político, no a todo un premio nacional, que bien, en mi forma de ver las cosas, no debiera nada de tener que ver con la política. Así, también, además de estropear la foto al figurón de turno, hubiera dado un, en la mía opinión, importante paso para "despolitizar" y desinstrumentalizar aqueste tipo de premios, de los que tanto suelen valerse esos figurones políticos para darse ínfulas y, a falta de mayores glorias en la suya gestión, ocupar portadas merced a ellos.Con su actitud, tomándolo como un galardón gubernamental, creo que lo que ha contribuido es a politizarlos aún más si cabe.Es el modo en que mi merced contempla el tema.
Si el premiado hubiera sido mi merced (permitidme tan absurdo como quimérico supuesto ) y las mías convicciones coincidieran con la de la premiada, hubiera...
Muy bien argumentado y redactado como siempre Pero no estoy de acuerdo. Precisamente ellos han puesto su crítica social y política por encima del reconocimiento a su labor y la del jurado. ¿Estaría bien aceptar un premio con condiciones? esto sí y esto no. La parte buena me la quedo pero la mala la dejo. O dicho de otro modo tomo el premio pero renuncio al protocolo que conlleva. No sé. No lo veo. Un premio o lo tomas o lo dejas. Es la manera más clara de protestar. Si de esta forma queda politizado quizás el jurado y la organización deberían dar el paso para desvincularlo del Ministerio.El mismo hecho de renunciar a ese reconocimiento y remuneración simboliza el esfuerzo que se hace contra lo que se quiere denunciar.
No se puede esperar mucho de...
Es que la estética sin ética es como el sexo sin amor... y esto lo podéis interpretar como queráis. Como dijo Gabriel Celaya "nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno". Ya se vieron hace tiempo en estas páginas los excelentes documentales "La Voz de la Imagen", y entre ellos brillaban con luz propia los de dos mujeres; una es la propia Colita, de la que estáis hablando; la otra, Piedad Isla, una mujer valiente donde las haya, porque para trabajar de retratista en plena posguerra, y en la España profunda, merece la admiración de todo el mundo. Mi más sincero reconocimiento a dos grandes mujeres.
