Buena foto. Y más por lo que nos cuenta. La verdad es que da cierta pena ver cómo esa escena es cada día más frecuente cuando viajo por la península. Pero bueno, supongo que si fuera yo el que tuviera que dedicar mi esfuerzo y mi dinero a mantener vivo un sitio como este no tendría nada que reprochar a sus propietarios por haberlo dejado caer. Tuvieron su sentido en su momento y ahora el mundo ha cambiado y, mientras estas cosas se caen, han aparecido otras nuevas llenas de vida.
Y mientras estas nos sirven como motivo para obtener una buena foto.