Estoy leyendo un libro y me he acordado de éste caso. Es curioso el karma, el destino o, en cualquier caso, todas éstas situaciones aparentemente acausales...
Wilhelm von Scholz en su libro "Der Zufall: Eine Vorform des Schicksals" (algo así como "La Casualidad: Una forma previa del Destino") cuenta con multitud de ejemplos de situaciones en las que objetos perdidos o robados vuelven a sus propietarios originales, y no precisamente por acción de la policía.
Entre otras, cuenta la historia de una madre que tomó unas fotografías de su hijo pequeño en un viaje al Bosque Negro, en Alemania. A su vuelta, llevó la película a revelar en Estrasburgo. Al poco estalló la Primera Guerra Mundial, con lo que no pudo recuperar las fotografías reveladas y las dió por perdidas. En 1916 la misma mujer compró otra película e hizo fotos de su hija pequeña, nacida entre tanto.
Cuando este segundo rollo fue revelado, se descubrió que estaba doblemente expuesto: las fotos de su hija estaban sobre las que había tomado a su hijo en 1914 en el Bosque Negro.
Resultó que por algún motivo la película volvió a circular como virgen cuando no lo era, y volvió a quien originalmente lo tuvo.
Ahí lo dejo. Sea como sea, éstas cosas no pueden por menos que hacer que uno sonría y se pregunte qué es casualidad y qué es causalidad...