A mi merced lo que más le place es lo bien conjugado que, en la mía opinión, se halla el compositivo equilibrio de la imagen, en lo que a disribución de elementos en el espacio se refiere, con el dinamismo que logrado se le ha imprimir, merced a ese contrapicado plano y a esa abundancia de líneas en diagonal que tienden a converger en la damisela que atendida está siendo por el maese peluquero. Ese por el suyo movimiento desenfocado antebrazo acaba de dotar al mencionado dinamismo del definitivo aditivo. El blanco y negro, bien contrastado, aporta una fuerza que también casa perfectamente con ese dinamismo de cara a la expresividad de la toma.
Es lo que a mi merced le parece.