No sé hasta que punto pueden estar trepidadas, las estoy viendo con el móvil (esa puede ser la causa), pero yo no la aprecio.
Lo que sí que veo (o es cosa mía) es algo diferente entre una u otra película, me agrada más la Fuji.
Me gustan todas las imágenes (sobretodo cuando hay un vehículo clásico de por medio) pero, coincidiendo con JoseLee, me encanta la tercera, donde se destacan los rasgos más representativos de ese coche: las desmesuradas aletas, los pilotos con forma de proyectil y las formas de los parachoques; todo ello aderezado por cromados por doquier.
Como curiosidad, con ese modelo, un DeVille Coupé de 1959 y su hermano Convertible se llegó al cenit y al abrupto fin de una era en la que los fabricantes yankees competían en quién ofrecía más desmesura en aletas, parrillas, parachoques y cromados. A partir de 1960 los coches americanos comenzaron a ser, estéticamente, más normales o, según gustos, sosos.
PD: si ese Cadillac fuese mío, no tardaría en repintarlo en un azul pastel con el techo blanco crema, pues el rosa lo veo para un coche de Barbie & Ken.