Hace casi dos meses, más o menos, mi Isolette tuvo un pequeño accidente al romperse la correa de piel e irse al suelo cuando la llevaba colgada del cuello. En el fundo tuve muchísima suerte, ya que hacía muy pocos minutos que acababa de bajarme de la moto; imagino que de haberse roto entonces la correa, el golpe habría sido mucho más fuerte y ya no sé qué suerte podría haber corrido la cámara.
La correa se rompió por dos razones: la primera, porque estaba podrida a la altura de un remache y, la segunda, porque yo no la había cuidado como tenía que haberla cuidado, hidratándola de tanto en tanto.
Aquí véis la parte rota a la altura del remache
y un par más de sitios en los que la correa estaba mal
Cuando la Agfa en su funda cayó e impactó contra el suelo, la funda de piel cumplió muy bien su papel de absorber el golpe, ya que la cámara no ha sufrido ningún desperfecto; desde entonces he tirado un par de carretes y todo ha funcionado como es debido. Pero no así la propia funda que, además de quedar con la correa rota como habéis visto, perdió el hilo que sujetaba la tapa de madera y se abrió en dos.
Pregunté a Manolo, muy ducho en temas artesanales, por algún marroquinero/talabartero en el que poder reparar la funda y me habló de Francisco Ruiz, que tiene su taller en la calle Sagasta número 4, en Murcia ciudad.
Cuando le acerqué la funda a Francisco para repararla, después de verla se enfadó mucho conmigo por tener tan maltratada la funda de piel. Casi ofendido en su orgullo artesano -en serio-, me reprochó no haber cuidado nunca la funda y no os digo nada cuando supo que jamás la había hidratado.
Bueno, pues finalmente hoy he recogido la funda. Además de las reparaciones evidentes -costura y saneamiento de la correa-, la verdad es que la ha dejado nueva y si no fuese porque tiene -seguramente- setenta años estaría para ser estrenada. Antes era una funda rígida, acartonada, llena de grietas sobre todo en la correa, mientras que ahora, aunque no ha perdido la rigidez necesaria, ha ganado en tacto y presencia además de en salud necesaria y luce muy bonita. Francisco aconseja frotar la piel con la mano y untar crema al menos una vez al mes, aplicando tanto en funda como en correa y dejando la crema sobre la piel hasta que ésta absorba aquella.
La crema hidratante
milagrosa es ésta
una crema 100% natural, fabricada por
Tarragó en Manresa y que se vende incluso en Amazon o por ebay.
Moraleja: las cosas buenas y bonitas hay que cuidarlas, aunque sea un poquito y de vez en cuando.