Aprovechando mi estancia en Berlín, este fin de semana estuve en Braunschweig (Brunswick) con mi buen amigo Danimann, que muchos de vosotros recordaréis por ser un ávido coleccionista de cámaras. Aunque ya no participa mucho en el foro, me ha dicho que nos lee muy a menudo.
Antes de nada, he de decir que fui acogido con una enorme hospitalidad por parte suya y de su mujer. ¡Muchas gracias!
Danimann (otro Daniel, como yo), tiene en su casa unas 220 cámaras, de las cuales la gran mayoría están descritas hasta el último detalle en su página web
Cámaras sin fronteras. Ir a verle ha sido una especie de viaje de peregrinación, ¡tantas cámaras en una sola colección no se ven muy a menudo!
En la foto podemos ver una mínima parte de su colección. Como esta vitrina tiene varias más. Tiene cámaras de todo tipo: de cajón, de fuelle, telemétricas, de visor, TLR, SLR, de cine... Especialmente de marcas alemanas, que para eso vive en el país que fue el centro de la industria fotográfica del mundo.
Danimann y su impresionante cámara de madera Rodenstock de 1900.Precisamente, fue en Braunschweig donde estuvieron las sedes de Voigtländer y Rollei.
Daniel tuvo la amabilidad de acercarme hasta la antigua fábrica de Voigtländer, cuya estructura sigue igual, pero se ha reconvertido en un gimnasio y en un restaurante. ¡Desgraciadamente olvidé tomar una foto! (
Aquí podéis ver una).
En Braunschweig se puede ver una calle que conmemora a Friedrich Voigtländer, incluso hay otra dedicada a Petzval.
¡Ah! Y aquí los nombres de Voigtländer y Rollei se pronuncian de manera muy distinta a la que estamos acostumbrados en español. Para empezar, la combinación "ei" en alemán se pronuncia "ai", con lo que hay marcas que han pasado a tener otra sonoridad para mí.
Rollei, que yo pronunciaba como
Rólei, en alemán se dice
Rolái.
Voigtländer en alemán viene a ser algo así como
Foigtlenda.
La mítica
Leica ya no tiene ese nombre que me gustaba tanto, sino que se pronuncia
Laica.
Y claro,
Zeiss Ikon no se dice
Céis Ícon ni
Ceisicón, sino
Zaiss Ikon, con la z pronunciada a la alemana, una especie de
ts.El sábado y el domingo fuimos al mercadillo de la ciudad, donde Daniel ha conseguido muchas de sus cámaras a precios muy buenos.
Encontramos un puesto de un amable señor mayor que casi nos hizo él mismo el regateo.
Primero, compramos una Kiev para mí y una Exakta para Daniel por un total de 50€, a 25€ cada una.
Llevaba mucho tiempo queriendo tener una Kiev, en eBay pueden costar hasta dos o incluso tres veces más.
Daniel consiguió la Exakta a muy buen precio porque el espejo estaba sucio y parecía que el obturador fallaba, aunque esa misma noche descubrió que simplemente el botón del objetivo no llegaba muy bien al disparador, cosa de fácil arreglo poniéndole a la Exakta el objetivo de una Exa.
La Exakta de Danimann con el objetivo de una Exa.Luego, al mismo señor, además de la Kiev, le compré una Voigtländer Vitomatic IIb, una Zeiss Ikon Nettar y una Adox Golf. Danimann consiguió dos cámaras de cajón.
La Kiev es una copia de la mítica Contax. La versión que tengo es de 1962 y tiene un exposímetro de selenio que ya no funciona. El obturador es una especie de persiana vertical, con tiempos de exposición hasta 1/1250. Parece que funciona correctamente, el domingo cargué un carrete que aún no he terminado, pero de momento va como la seda.
El objetivo, un Jupiter-8M 2/50 (¡por fin mi primer Jupiter!) parece bastante bien.
La Vitomatic IIb es muy curiosa, no es una cámara que me llamaría la atención a simple vista, pero está muy completa, tiene telémetro, exposímetro de selenio y un visor excelente, que muestra el diafragma y tiempo de exposición mediante un espejito oblicuo. Está equipada con el mítico Color-Skopar con la versión de más apertura (2.8) y tiene un obturador central Prontor 500 SLK hasta 1/500.
La Zeiss Ikon Nettar es un modelo bastante sencillo, pero está en muy buen estado y tiene prevención de dobles exposiciones. Tiene un obturador Velio hasta 1/200 y objetivo Novar-Anastigmat 4.5/75. El mismo sábado la cargué con un rollo de 120 y la revelé por la noche. Los resultados espléndidos, sin filtraciones ni nada.
Teniendo la Zeiss Ikon Nettar, la Adox Golf parecía que estaba de más, pero el vendedor me la rebajó de 10€ a 5€. A ese precio, ¿quién se iba a resistir? Yo desde luego no.
Lo mejor es que está impecable, no tiene ni una mota de polvo. Viene con su funda, tiene un obturador Pronto hasta 1/200 y un objetivo Adoxar 6.3/75, que me imagino que será sencillito. Al igual que la Nettar, también tiene un sistema de prevención de dobles exposiciones.
El vendedor también tenía unas Exa y Praktiflex clásicas, pero no quise preguntar porque ya era excesivo.
El domingo hubo menos suerte, no había muchas cámaras y no estaba el vendedor del sábado.
Gracias a Daniel he aprendido a buscar cacharros en cajas, donde encontré un precioso flash Agfalux por 2€.
Daniel no iba a ser menos, así que se llevó otros cinco flashes por 2€ cada uno, así, como quien coge un puñado de cosas y encuentra flashes de marcas míticas como Agfa y Zeiss Ikon.
Uno nunca sabe qué se puede encontrar entre tantos trastos viejos.En un puesto vimos un impresionante teleobjetivo Novoflex de 400 mm cuya montura ni el vendedor ni yo supimos identificar. Afortunadamente no era Nikon, ya que si lo hubiese sido me habría visto obligado a comprar tamaño cristalón, y ya os imagináis la cantidad de problemas que me acarrearía tomar fotos por la calle: alteración del orden público, intento de amenaza con mano armada, interrogatorios en el aeropuerto... Vamos, que no.
Tuve la fantástica ocasión de enseñar a Daniel a revelar en blanco y negro. Entre los dos revelamos un rollo de 120 que hice con mi recién adquirida Nettar y otro rollo que Daniel disparó con su
Rolleiflex de los años 30.
Parece que le cogió el gustillo a que las manos le oliesen a fijador, porque el domingo también revelamos un rollo de 127 que disparó con su preciosa
Nagel Vollenda.
Nagel Vollenda de los años 30También tratamos de revelar un Agfa Isopan Super Special que llevaba quién sabe cuántas décadas metido en una de sus cámaras, pero salió completamente negro, una pena.
Yo creo que, después de haberle regalado un tanque de revelado, Dani definitivamente se pasará al lado oscuro, al menos al del cuarto de baño.
Es increíble cómo unos cacharros de metal, vidrio y baquelita pueden unir tanto a dos personas.
¡Muchas gracias, Danimann!