Autor Tema: Ser fotógrafo...  (Leído 1275 veces)

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pacorr0

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Ser fotógrafo...
« en: 18:40:43 del 09 de Mayo del 2012 »


Ser Fotógrafo, según Sergio Larraín de la agencia Magnum


Ser fotógrafo es andar sólo por el universo...



Desconectado Kowska

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Re:Ser fotógrafo...
« Respuesta #1 en: 19:48:54 del 09 de Mayo del 2012 »
Me ha encantado.

gracias.

Desconectado ferran

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Re:Ser fotógrafo...
« Respuesta #2 en: 19:59:30 del 09 de Mayo del 2012 »
Me ha encantado.

gracias.

Pues si a mi tambien

DSiliceo

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Re:Ser fotógrafo...
« Respuesta #3 en: 09:02:07 del 10 de Mayo del 2012 »
Gracias, Paco.

Muchas de las premisas no son de este mundo, sino de uno que existió hace ya muchos años: una razón para las cosas, el crecimiento personal, la sencillez, el compartir, la ampliadora, ver, leer, aprender...

Desconectado svsantander

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Re:Ser fotógrafo...
« Respuesta #4 en: 14:16:44 del 26 de Febrero del 2016 »
Les dejo dos cartas que Sergio Larrain escribió cuando ya estaba retirado y en ellas trata el tema de "ser fotógrafo". Refloto este tema ya antiguo para quien le interese conocer mas del pensamiento de este fotógrafo Chileno. Me avergüenza también decir que no conocía para nada a Sergio Larrain, digo me avergüenza por que también soy Chileno y muchas veces nos fijamos mas en lo que viene de afuera y no reparamos en el talento que tenemos dentro de nuestra propia casa, delante de nuestras narices.
Saludos

http://www.fronterad.com/?q=dos-cartas-sergio-larrain

LAG

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Re:Ser fotógrafo...
« Respuesta #5 en: 16:56:05 del 26 de Febrero del 2016 »
Con Permiso svsantander

No conocía ni a este fotógrafo, ni este tema (que viene de largo), ni el vídeo, ni las cartas. Ahora que alguien ha reflotado el asunto, me he tomado un tiempo para leer el asunto y estas son mis impresiones, de una carta por demás sencilla, de un autor que intuyo algo mucho más complejo en esos consejos tan básicos. Antes de entrar en materia lo que he notado es la poca acogida del tema tiempo atrás. Tan sólo tres usuarios en el 2012, y quedó enterrado el tema. Quizás lo más reflexivo, aunque breve, fue la compartida intervención de DSiliceo.

Gracias por reflotar el asunto svsantander y entiendo perfectamente ese comentario sobre fijarse en lo ajeno e ignorar lo que se tiene bien cerca. ¡Es tan importante mover la mirada! Me refiero no sólo separar un poco la vista del muro que podamos tener delante, para ampliar las perspectivas, sino también mirar hacia atrás cuando se va recorriendo una senda, o mirar lo que tenemos encima de nuestras cabezas, o lo que llevamos a los pies y a los lados, ¡tan importante es, salirse de los límites de nuestra mirada, como llegar a saber ver lo que con los otros sentidos tenemos también limitado, y desarrollarlo!

Esta es la carta (en negrita) de Sergio Larrain a su sobrino, para quien no quiera ver los vídeos, y sobre la misma carta mis sinceras opiniones, párrafo a párrafo. Quizás tan sólo logre la atención de svsantander, o quizás ni eso:

“Miércoles. Lo primero de todo es tener una máquina que a uno le guste, la que más le guste a uno, porque se trata de estar contento con el cuerpo, con lo que uno tiene en las manos y el instrumento es clave para el que hace un oficio, y que sea el mínimo, lo indispensable y nada más. Segundo, tener una ampliadora a su gusto, la más rica y simple posible (en 35 mm. la más chica que fabrica LEITZ es la mejor, te dura para toda la vida).

Suele ser habitual que la primera elección sea la máquina, quizás porque los ojos no los podemos elegir, pero la mirada es nuestro primer instrumento.

El juego es partir a la aventura, como un velero, soltar velas. Ir a Valparaiso, o a Chiloé, por las calles todo el día, vagar y vagar por partes desconocidas, y sentarse cuando uno está cansado bajo un árbol, comprar un plátano o unos panes y así tomar un tren, ir a una parte que a uno le tinque, y mirar, dibujar también, y mirar. Salirse del mundo conocido, entrar en lo que nunca has visto, DEJARSE LLEVAR por el gusto, mucho ir de una parte a otra, por donde te vaya tincando. De a poco vas encontrando cosas y te van viniendo imágenes, como apariciones las tomas.

De entrada, a ese juego le llamaría vivir, que es el mejor consejo de esta carta sin duda. Lo que acompaña a esa aventura, es el sentido común de mirar, valorar y capturar, algo que va viniendo por sí solo, como la vida misma.

Luego que has vuelto a la casa, revelas, copias y empiezas a mirar lo que has pescado, todos los peces, y los pones con su scotch al muro, los copias en hojitas tamaño postal y los miras. Después empiezas a jugar con las L, a buscar cortes, a encuadrar, y vas aprendiendo composición, geometría. Van encuadrando perfecto con las L y amplias lo que has encuadrado y lo dejas en la pared. Así vas mirando, para ir viendo. Cuando se te hace seguro que una foto es mala, al canasto al tiro. La mejor las subes un poco más alto en la pared, al final guardas las buenas y nada más (guardar lo mediocre te estanca en lo mediocre). En el tope nada más lo que se guarda, todo lo demás se bota, porque uno carga en la psiquis todo lo que retiene.

Por esa regla de tres, cuando cita lo mediocre, podemos aplicar la misma matemática al resto del aprendizaje. Es decir, te puedes estancar si te limitas a guardar lo bueno y tiras lo que debes aprender a la papelera, <<el mejor profesor siempre es el último error>>. Aprender a realizar la selección de lo que consideras perfecto con la L del marginador de la ampliadora, es un consejo (aunque incompleto) muy bueno. Sin embargo, me desagrada que el “revelado” tan sólo sea una palabra sin importancia aconsejable en toda esta carta. Supongo que si esta carta había de ser breve, había de resumir el procedimiento, entendámoslo así.

Luego haces gimnasia, te entretienes en otras cosas y no te preocupas más. Empiezas a mirar el trabajo de otros fotógrafos y a buscar lo bueno en todo lo que encuentres: libros, revistas, etc. y sacas lo mejor, y si puedes recortar, sacas lo bueno y lo vas pegando en la pared al lado de lo tuyo, y si no puedes recortar, abres el libro o las revistas en las páginas de las cosas buenas y lo dejas abierto en exposición. Luego lo dejas semanas, meses, mientras te dé, uno se demora mucho en ver, pero poco a poco se te va entregando el secreto y vas viendo lo que es bueno y la profundidad de cada cosa. Sigues viviendo tranquilo, dibujas un poco, sales a pasear y nunca fuerces la salida a tomar fotos, por que se pierde la poesía, la vida que ello tiene se enferma, es como forzar el amor o la amistad, no se puede.

A la máxima de ver muchas fotografías de muchos fotógrafos, en libros y revistas, etc. le acompaña un inmenso peligro escondido. Por otro lado, el no forzar e ir poco a poco, es desde luego muy acertado.

Cuando te vuelva a nacer, puede partir en otro viaje, otro vagabundeo: a Puerto Aguirre, puedes bajar el Baker a caballo hasta los ventisqueros desde Aysén; Valparaiso siempre es una maravilla, es perderse en la magia, perderse unos días dándose vueltas por los cerros y calles y durmiendo en el saco de dormir en algún lado en la noche, y muy metido en la realidad, como nadando bajo el agua, que nada te distrae, nada convencional. Te dejas llevar por las alpargatas lentito, como si estuvieras curado por el gusto de mirar, canturreando, y lo que vaya apareciendo lo vas fotografiando ya con más cuidado, algo has aprendido a componer y recortar, ya lo haces con la máquina, y así se sigue, se llena de peces la carreta y vuelves a casa. Aprendes foco, diafragma, primer plano, saturación, velocidad, etc. aprendes a jugar con la máquina y sus posibilidades, y vas juntando poesía (lo tuyo y lo de otros), toma todo lo bueno que encuentres, bueno de los otros. Hazte una colección de cosas óptimas, un museito en una carpeta.

Parece como si la técnica quedase para el final de un camino de aprendizaje, a mi juicio se corresponde con el primer párrafo cuando cita la herramienta.

Sigue lo que es tu gusto y nada más. No le creas más que a tu gusto, tu eres la vida y la vida es la que se escoge. Lo que no te guste a ti, no lo veas, no sirve. Tu eres el único criterio, pero ve de todos los demás. Vas aprendiendo, cuando tengas una foto realmente buena, las amplias, haces una pequeña exposición o un librito, lo mandas a empastar y con eso vas estableciendo un piso, al mostrarla te ubicas de lo que son, según lo veas frente a los demás, ahí lo sientes. Hacer una exposición es dar algo, como dar de comer, es bueno para los demás que se les muestre algo hecho con trabajo y gusto. No es lucirse uno, hace bien, es sano para todos y a ti te hace bien porque te va chequeando.

Hasta por seis veces utiliza la palabra gusto. El gusto es un asunto muy particular, al igual que con la suerte, lo hay bueno y malo. Desde luego que el gusto forma parte de un criterio en el camino, pero el gusto en el aprendizaje no es otra que formación y conocimiento.

Bueno, con esto tienes para comenzar. Es mucho vagabundeo, estar sentado debajo de un árbol en cualquier parte. Es un andar solo por el universo. Uno nuevamente empieza a mirar, el mundo convencional te pone un biombo, hay que salir de él durante el período de fotografía”.

Aquí lo dejo. En este otro vídeo se puede apreciar como alguien pasa, hoja a hoja un libro de Sergio Larrain de 2013, para leer con la mirada tan sólo las imágenes que van saliendo de un modo fugaz con música de fondo. Son tan sólo 16 minutos que os puedan sobrar de un trayecto en bus o en tren … yo tampoco lo conocía.

Luis

https://www.youtube.com/watch?v=8uR_hlzdaWM&ebc=ANyPxKqLO2XNYhxkK0xDZLIPE-s3rnv1__IiOYMGgoFBaeOLc87q0CY6L9AlmYEyq9oWsg1Oqn7QieHBgemYHLLadU0kvoimdw
« última modificación: 17:03:35 del 26 de Febrero del 2016 por LAG »

LAG

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Re:Ser fotógrafo...
« Respuesta #6 en: 17:11:00 del 26 de Febrero del 2016 »
Disculpa svsantander

En en enlace que citas hay un texto que quisiera compartir aquí, para quienes no tengan tiempo de leer:

"Hay miles, millones de máquinas fantásticas, y miles, centenares de miles de fotógrafos, y casi no hay fotos buenas…" Sergio Larrain