¡Ah, maese Alfredo, picaruelo, Vos y las féminas...!
Plácenme en especial modo la cuarta, por cuanto la actitud y las faces de las damiselas denotan que eran conscientes de que capturándolas os hallabais y, por tanto, esos gestos y actitudes no dejan de establecer una relación entre ellas y vos que plasmada en la imagen quedado ha, y la quinta, pues esa sonrisa, con mayor o menor enfoque, no tiene precio.
Conste que el retrato de maese Afloresa paréceme también digno de enmarque y lucimiento en preeminente lugar.
Un muy cordial saludo.