Es un valle resguardado y excavado en roca caliza, parte por la naturaleza, parte por la mano del hombre, puesto que en épocas romanas fue una explotación aurífera, y esto explica las formas caprichosas de sus cuevas y galerías.
Una mirada alrededor permite comprobar que todas las rocas están horadadas por la disolución de la caliza, a través de un proceso de karstificación, debido a las aguas acidas, que durante millones de años, han ido labrando fisuras, oquedades y grietas que han conseguido hacer de la roca formas caprichosas. Algunas galerías subterráneas fueron hechas durante el siglo I y II d.C., por los romanos, en su búsqueda de oro, utilizado el sistema de corta minera, sirviéndose para ello del agua y el fuego.
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