Los objetivos no destinados originalmente a la toma de fotografías con una cámara (ampliación, proyección, reproducción, etc.) pueden dar grandes alegrías con las modernas cámaras digitales sin espejo dada la corta distancia de registro de éstas, que hace que objetivos de un amplio rango de distancia focales pueda, teóricamente, ser adaptadable. Estos objetivos suelen presentar una o dos carencias a tener en cuenta a la hora de proceder a su uso en cámaras digitales: la primera, general para todos, es la falta de un sistema de enfoque a diversas distancias (desde infinito a distancias cercanas - 0,5/1m.) y la segunda (se salvan los de ampliadora) la carencia de un sistema de diafragma variable; lo primero es subsanable con los distintos adaptadores provistos de helicoide de enfoque, lo segundo es más difícl de solventar y casi nunca hay una solución fácil, únicamente en los casos en que el desmontaje de los grupos ópticos anteriores o posteriores es poco complejo se puede recurrir a la colocación de un diafragma fijo (de tipo Waterhouse), pero ésto no es, evidentemente muy funcional salvo en objetivos -generalmente muy antiguos- preparados para la introducción lateral de ese tipo de diafragmas fijos, como es el caso del objetivo ICA Niklas que cayó hace poco en mis manos (
http://forum.mflenses.com/ica-niklas-t83588,highlight,%2Bniklas.html ); añadir un sistema de diafragma variable procedente de otro objetivo queda reservado para
manitas expertos.
Existe una dificultad adiccional en el caso de los objetivos no fotográficos de focal corta: no suelen ser
retrofocus, es decir, su distancia de registro (distancia desde la parte trasera de apoyo hasta el plano de formación de la imagen) suele responder a su propia distancia focal; eso significa que en distancias focales inferiores a 40mm tendremos dificultades para introducir un sistema de acople a la cámara y simultáneamente un helicoide de enfoque si pretendemos enfocar a infinito (que es la posición en la que cualquier objetivo ha de estar más próximo al plano focal) y no sólo utilizarlo en fotografía cercana o macro.
Esto es exactamente lo que me ha ocurrido con el objetivo Zeiss Pentacon Pentakta 2,8/30 (
review muy completa de una adaptación
difícil en
https://radojuva.com/en/2020/09/pentakta-2-8-2-30-with-sony-e/ ); este objetivo se utilizaba en el visualizador de micofichas L100 fabricado por Pentacon en los años 60 y 70 del siglo pasado y responde aproximadamente a la fórmula del famoso Zeiss Planar (Gauss simétrico, de 6 elementos en 4 grupos) aunque optimizado para enfoque a distancias cercanas dada su función en el mencionado reproductor de microfichas.
La solución que se me ocurrió para mantener el objetivo lo más próximo posible al plano focal del sensor de mi Sony A7 II y simultáneamente posibilitar la utilización de un helicoide de enfoque fué pegar (cuidando mucho el centrado) con Araldit una arandela adaptadora de C a M42 a la parte frontal del propio objetivo y así poder introducir el conjunto en un adaptador de M42 a Nex E dotado de helicoide de enfoque: con ello consigo un rango de enfoque desde infinito (en realidad debo desenroscar algo el helicoide) hasta una distancia de 10 cm. aproximadamente, en la máxima extensión del helicoide. Creo que la solución es bastante más sencilla y práctica que la de
Radojuva, del enlace mencionado anteriormente, consistente en embutir el objetivo en el chasis de un Industar; claro está que prescindiendo radicalmente del diafragma (menos es más, dicen
).
Debo decir que el objetivo viñetea notablemente en el formato completo de la Sony A7 aunque funcionará perfectamente en formatos APS-C e inferiores. Adjunto a continuación una serie de fotos del adaptador y su montaje en la cámara, así como unos ejemplos para comprobar el viñeteo mencionado y los resultados obtenidos.