Para una reflex de película la mejor limpieza interior es limitarse a usar la clásica pera de goma, con cuidado de no rayar el espejo. El compresor o una aspiradora potente son peligrosos si no vamos con mucho cuidado. Las láminas del obturador, sobre todos los metálicos, son muy finas y se deforman con relativa facilidad.
Podemos usar un pincel suave si hubiera bastante polvo. Yo evitaría totalmente los métodos “húmedos” sobre todo en el espejo, que es aún más delicado que la pantalla de enfoque y con cualquier sistema que implique frotar se corre el riesgo de dañar el recubrimiento de plata.
No hay que obsesionarse con la suciedad en las reflex tradicionales. Algo de polvo en el interior de la cámara del espejo o motas en el visor son inevitables en cámaras antiguas pero no perjudican para nada la foto, ya que la película está protegida detrás del obturador.
Lo que hay que hacer también es controlar la parte posterior y ver que no haya partículas en el mecanismo de arrastre o suciedad en la placa que presiona la película y que al mover la palanca de avance las láminas del obturador se mueven con fluidez y no presentan pliegues o grietas, Pero eso ya no sería limpieza en sí, sino una revisión general antes del primer uso si hemos comprado la cámara de ocasión y tiene bastantes años.