Un placer como siempre compartir charla y fotografías con un buen amigo. La primera y la tercera son un ejemplo claro de que belleza y fealdad pueden ir unidas de la mano, algo que siempre he considerado y un proyecto en el que como sabes me encuentro embarcado en la actualidad.
Y de la tercera... Ya te dije en su momento cuál era el encuadre que a mí me gustaba; Esas manos deberían tener protagonismo absoluto.
Un abrazo,