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Las Praktina fueron el primer sistema profesional de cámaras réflex de 35mm. El fabricante de Alemania del Este VEB Kamera-Werke Niedersedlitz empezó a fabricarlas durante los años 50, una época en la que las cámaras réflex todavía estaban luchando por el liderazgo que entonces tenían las cámaras telemétricas.
Las Praktina y sus accesorios fueron aparatos innovadores para su época y marcaron el rumbo que seguirían fabricantes de todo el mundo durante décadas. Se podría decir que la veterana Exakta ya había sido la primera en ofrecer un sistema réflex profesional, pero en cualquier caso la Praktina llegó mucho más lejos y sus características terminaron definiendo las bases de la cámara réflex profesional moderna: una cámara modular con visores y pantallas de enfoque intercambiables, montura de acción rápida, amplia gama de objetivos de alta calidad y la posibilidad de acoplar motores, respaldos especiales y una multitud de accesorios para cumplir con los requisitos de los fotógrafos más exigentes. Sin embargo, a pesar de ser un diseño adelantado a su época, las Praktina nunca llegaron a tener espejo de retorno automático.
De las Praktina existen básicamente dos versiones: la Praktina FX (1953-1958) y la Praktina IIA (1958-1960), que se diferencian en el modo en que se abre el diafragma para permitir el enfoque a plena apertura. No existe una versión únicamente con el nombre "Praktina" a secas, aunque sí hubo prototipos.
Como cuenta Gerhard Jehmlich en su monumental obra sobre la historia de Pentacon, el sistema Praktina fue diseñado por Siegfried Böhm, que también fue el responsable de las populares Praktica. Pero, a diferencia de las Praktica, cuyo diseño estaba basado en la Praktiflex de Alois Hoheisel, el diseño de las Praktina fue concebido desde el principio según los criterios personales de Siegfried Böhm. Bajo su dirección también trabajaron Günter Hausmann y Karl Wunderlich (cuerpo de la cámara), Friedrich Winkler (visores), Rudolf Hainy (montura) y Heinz Kröbel (motores).
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A pesar del entusiasmo que profesan muchos usuarios y coleccionistas, he de reconocer que a mí la Praktina no me transmite la sensación de ser una auténtica cámara profesional. Creo que no tiene el tipo de detalles que cabría esperarse de una cámara profesional. Por ejemplo, el visor no proporciona ningún tipo de información ni una cobertura del 100% y el telémetro partido tiene un borde muy grueso. Además, las patillas que sujetan la pantalla de enfoque son bastante débiles y si no están bien situadas sus bordes se pueden ver por el visor. El visor óptico produce una imagen pequeña y recortada que no parece cubrir el ángulo correspondiente a un objetivo de 50mm.
Es cierto que mi valoración no es imparcial, pues soy el feliz poseedor de la superior y más moderna Nikon F2, así que me es difícil emitir un juicio objetivo. Reconozco, eso sí, el gran acierto de los visores de la Praktina, con diferencia mucho más fáciles de poner y quitar que los de las Nikon F y F2.
Pero no quiero que se me malinterprete: la Praktina es una gran cámara con características tan únicas que la convierten en un singular y apreciado objeto de colección. No son cámaras necesariamente caras y los objetivos que vienen con ellas suelen ser de altísima calidad. Aunque no la consideraría una cámara para llevar a todas partes, sí es una cámara con la que se puede disfrutar disparando un par de carretes.
Los ávidos coleccionistas encontrarán en esta cámara una inagotable fuente de retos desafiantes, pues los accesorios que se hicieron fueron muchos y hoy en día son caros y difíciles de encontrar. Afortunadamente, yo me siento satisfecho con mi cámara y no pretendo buscar accesorios. Al menos no de momento.
Visores
La Praktina tiene la peculiaridad de ser una cámara réflex que, además, posee un visor óptico convencional. Pero, ¿qué sentido tiene un visor así en una cámara réflex? A principios de los años 50 los visores réflex todavía tenían ciertos inconvenientes: la imagen se oscurecía a diafragmas muy cerrados y los espejos no eran de retorno instantáneo. Estos problemas serían resueltos con el tiempo, pero hasta entonces VEB Kamera Werke consideró que incorporar un visor convencional podía ser una buena solución. Además, un visor independiente del vaivén del espejo era particularmente útil si se usaba la cámara con motores o en situaciones con poca luz. Siegfried Böhm y Gerhard Jehmlich incluso llegaron a patentar en 1952 un visor híbrido réflex-telemétrico, pero no se llegó a fabricar.
Que yo sepa, sólo otras dos cámaras réflex comparten la peculiaridad de la Praktina: las Asahiflex y algunas Alpa (que, además, tienen telémetro).
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La Praktina se equipaba normalmente con un visor intercambiable de pentaprisma, pero también había visores de cintura, visores con lupa de 6 aumentos e incluso visores estereoscópicos. A partir de 1958 también se comercializó un visor de pentaprisma con un exposímetro externo de selenio.
Objetivos
Otra de las particularidades de la Praktina es su montura, que no es exactamente de bayoneta, sino que consiste en un anillo que retiene el objetivo. Este tipo de montura se denomina en inglés breech-lock, término que viene del mundo de la artillería. Este sistema de rápido manejo sólo require montar el objetivo y hacer un corto giro en el anillo de la montura para asegurarlo. De esta manera se impide el desgaste debido al rozamiento, lo que lo convierte, en opinión de Roger Hicks, en el mejor tipo de montura. Otra cámara de KW, la Praktisix, también tenía la misma montura, pero de mayor tamaño, aunque hubo adaptadores que permitían usar los objetivos de la Praktisix en la Praktina. Tan sólo fabricantes como Altissa, Aka, Leidolf y Canon (http://camaracoleccion.es/Canon_objetivos.html) llegaron a adoptar monturas similares en algunas de sus cámaras (lo que no hace que los objetivos sean compatibles entre sí).
Teniendo en cuenta que no fue una cámara tan popular como la Praktica, la Praktina gozó de una completísima gama de objetivos de primera calidad, no sólo de Carl Zeiss Jena y Meyer Görlitz, sino también de otros fabricantes del otro lado del telón de acero, como Schneider, Steinheil, Isco, Enna-Werk y Angénieux, entre otros. Algunos de los objetivos de Carl Zeiss más comunes para la Praktina fueron los Tessar, Biotar, Pancolar, Flektogon, Biometar o Sonnar. Alberto Taccheo (http://www.praktina.com/) tiene mucha más información al respecto.
Mi cámara está equipada con un Pancolar 50mm ƒ/2 de Carl Zeiss Jena, que también se vendió con el nombre de Flexon. Su fórmula de seis elementos en cuatro grupos suponía una actualización del famoso Biotar.
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El diafragma en la Praktina FX funciona de modo semiatomático (SB, Springblende-Innenauslösung), es decir, el usuario debe abrir manualmente el diafragma a su máxima apertura y un mecanismo de la cámara lo cierra en el momento del disparo, aunque también hubo versiones de la FX carentes de este mecanismo. Precisamente fue la Praktina FX la primera cámara del mundo en incorporar un mecanismo interno para cerrar el diafragma (el de la Exakta era externo y habría que esperar hasta 1955 para que finalmente apareciera el popular mecanismo de apertura de la montura M42 en la Praktica FX2).
Con la Praktina IIA de 1958 se introduce el diafragma automático (ASB, automatische Springblende), en el que un mecanismo interno abre el diafragma para permitir el enfoque a plena apertura y también lo cierra durante el disparo a la apertura seleccionada.
Cada uno de estos sistemas requiere un tipo distinto de objetivos (SB o ASB), desgraciadamente no del todo compatibles entre sí, aunque a partir de los años 60 existió una rara versión de la Praktina IIA modificada para admitir los dos tipos de objetivos.
Obturador
Uno de los requisitos al diseñar la Praktina era conseguir un obturador de plano focal que llegase hasta 1/1000 s, a diferencia del tiempo máximo de 1/500 s de las Praktica. Para ello, Siegfried Böhm diseñó un obturador (registrado en la patente DE1144103 (https://docs.google.com/file/d/0BzGKZ5pJi3_4UkpNYVN0OThsRHM/)) que había empezado a desarrollar a mediados de los años 40 cuando trabajaba para Zeiss Ikon. Además, el dial de tiempos de exposición de la Praktina era concéntrico a la rueda de avance de película y reunía tiempos rápidos y lentos, a diferencia del obturador de la Praktica.
Se trataba, por lo tanto, de un diseño más rápido, cómodo y eficaz que el de las Praktica de los años 50 y 60.
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Más información (accesorios, versiones y cronología) en https://sites.google.com/site/delinfinitoalplanofocal/praktina2a (https://sites.google.com/site/delinfinitoalplanofocal/praktina2a)