Esta mañana de domingo he quedado con nuestro compañero Gift para hacer unas cuantas fotos por Tarragona.
Hemos ido al mercado de antigüedades que se celebra cada domingo (el rastro, vamos) para hacer un poco de foto urbana.
Él llevaba una Leica M7 y yo una Bessa R2. Dos cámaras a priori discretas, pero que por lo visto nos han hecho más visibles.
Primero nos ha parado un hombre que nos ha preguntado si éramos aficionados a la fotografía "analógica". Le hemos comentado que sí, y hemos comenzado a charlar. Nos ha comentado que pertenecía a la Asociación Fotográfica de Reus, y nos ha explicado que tenía gran cantidad tanto de material fotográfico (incluyendo ¡13 ampliadoras!) como de fotografías, negativos y placas. En su mochila llevaba una Hasselblad X-pan y una Rollei 35.También nos ha hablado de varias exposiciones que había hecho, incluida una en Damasco, en Siria. Su nombre, Llorenç Herrera, aparece bastantes veces en google si se hace una búsqueda.
Después de despedirnos de Llorenç, hemos seguido a la nuestra recorriendo en pequeño mercado tomando algunas instantáneas más, cuando al poco rato nos ha parado otra persona al ver nuestras cámaras, este bastante más jóven que el anterior, quien también era aficionado a la fotografía argéntica. Nos ha dado una tarjeta a su web personal. Resulta que
Lluc Queralt ha hecho fotografías en lugares remotos que más de uno nunca pisaremos. Esta tarde me he dado una vuelta por su galería y son fotos fantásticas. Lluc nos comentaba que colaboraba frecuentemente con revistas y que le apasionaba el B/N.
Tanto a Lluc como a Llorenç les hemos dado las señas de ManuaLens.com y les hemos invitado a participar. ¿Cómo no?
Y como no hay dos sin tres, un ratos después un señor ya muy mayor ha cogido literalmente la Leica de Gift que colgaba de su cuello y la ha mirado reconociendo sus líneas. También nos ha contado historias, que en este caso se remontaban hasta la mismísima Guerra Civil.
Y todo esto gracias a llevar las cámaras que llevábamos. Si hubiéramos ido con simples compactas digitales no hubiéramos tenido esas interesantes charlas con compañeros de afición. Nuestras cámaras han sido nuestras "cajas de Donettes", para hacer amigos. Ha sido realmente grato.
¿Os ha pasado algo parecido alguna vez?
Saludos.