Me encantan las fotos con muchas rectas y cuando realidad y reflejos se confunden; aquí se dan las dos cosas, pero no sé si habrá más gustos como el mío. Además, el día de mi santo es especialmente bueno para las calles desérticas ...... o casi.
Está hecha con la campacta que me metió otra vez el gusanillo por la fotografía, así que no se le puede pedir demasiado.
Saludos.