Y va a ir a peor. Todo: la economía, la seguridad ciudadana... la vida en sí. Entre otras causas/motivaciones -entre otras- se trata de que en el futuro se vendan los países a precio de saldo. Pagar las deudas de los Estados con concesiones esclavizantes para las personas. En economía, por ejemplo, está Santiago Niño Becerra, catedrático en economía, que desde hace tiempo -jugándose su prestigio, no lo olvidemos- predice el empeoramiento sin retorno de la economía -un 'crack', no una crisis-, catalogando la situación actual de pre-crisis. No habla de el fin pero si de un fin: del mundo tal y como lo conocemos ahora; las cosas ya no volverán a ser iguales. Se cierra un ciclo -con lo que ello significa- y se abre otro, sin que nadie nos garantice -para todos, claro- el feliz transito: algunos, por ejemplo con la caída del régimen soviético que dejaba a E.E.U.U. , -ya en la época de la guerra del Golfo-, como única potencia hegemónica mundial, comenzaron a hablar de la irrupción, para un tiempo cercano, de un Nuevo Orden Mundial (entre otros Geroge Bush padre). Viene un Nuevo Orden, sirviéndose en caliente la idea de que para que éste llegue habrá que quitar antes el Viejo, el actual, el ordenamiento mundial en el que ahora realizamos nuestras vidas. Fin de un orden y ciclo, comienzo de otros, más en medio el transito que apunta maneras de dramatismo.
(aunque todo es opinable, claro).