La idea me recuerda a la película de 1979: 'La Mort en direct' (Death Watch), de Bertrand Tavernier, con Romy Schneider, tres años antes de su muerte a los 43 años.
Y ya han pasado 32 años . . . ufff.
De poder hacerse realidad, el grabar todo lo que podemos ver, se abriría la veda a los 'reality' más descarnados y a mil y una posibilidades.
Aunque para ello de debería perder un ojo. . .
Saludos.