Nadie ha dicho que sea fácil educar a un hijo. Lo haces igual con dos de ellos y salen completamente diferentes, porque ellos también contribuyen a su propia educación.
Pero hay que armarse de paciencia, y no con ellos, sino con la familia y amigos, que siempre querrán opinar, "porque ellos ya pasaron por ese trance".
Sentido común, que es una asignatura que nunca ha figurado en el curriculum de ningún plan de estudios.
Yo me crié en la cultura del esfuerzo, del ahorro, de tener que ingeniármelas para poder llegar adonde llegaban mis amigos cada día, pero que yo no era capaz, por la situación económica de mi familia o porque, simplemente, no soy nada inteligente, pero a base de esfuerzo he llegado.
Eso es lo que yo voy a inculcarles a mis hijos: el sufrimiento es bueno, cuando lo que persigues merece la pena.
Si desde pequeños les enseñamos que pueden conseguir las cosas con sólo pedirlas o llorar y patalear por ellas, sin dar nada a cambio, ¿cómo podemos esperar que tengan ilusiones, retos y entusiasmo por nada?
Bueno, lo siento por el tocho, pero es lo que pienso.
Salud.