Esta interesante cámara parece ser telemétrica a simple vista debido a sus dos ventanas frontales superiores. Claro que entonces uno se da cuenta de que una de las ventanas tiene como una especie de "parche" con un punto rojo en su interior y se queda intrigadísimo.
La respuesta es que la Akarette II (al igual que su predecesora Akarette) nunca pretendió ser una cámara telemétrica. En realidad se trató del intento de dos hermanos, el Dr. Eugen Armbruster y el Dr. Max Armbruster de sacar al mercado una cámara de buenas prestaciones y bajo coste para comerle clientela a las Leicas.
Así pues, tras la II Guerra Mundial, en 1946 dichos hermanos fundaron la empresa AkA (Apparate und Kamerabau). Eugen ya poseía una gran experiencia en el mundo de las cámaras fotográficas al haber trabajado para Voigtländer, donde participó en el desarrollo de la Brillant y la Bessa II. Asímismo, participó para Berning en el desarrollo de su Camara "Robot" e incluso fue jefe de departamento en la empresa de obturadores Gauthier. Max poseía a su vez una fundición y un taller y el capital necesario para fundar la emrpesa.
Con sus conicimientos previos y la financiación y medios puestos por su hermano, Eugen diseñó una cámara para 35 mm de objetivos intercambiables y obturador central (montando la Akarette II un Prontor-S de la casa Gauthier) a la que llamaron "AkArette". Una de sus innovaciones era que al pasar la foto, se tensionaba igualmente el obturador central (como ya era " de serie" en las cámaras con obturador de cortinilla como las Leicas o Contax), quedando así la foto lista para el disparo.
Como dicho, la idea fue concebir una cámara compacta de objetivos intercambiables que le hiciera sombra a la Leica gracias sobre todo a su menor coste. Las primeras cámaras lanzadas ofrecían un formato de foto de 24x32mm, con lo que la cámara era capaz de realizar 40 tomas (Otras cámaras, como las primeras Nikon parece ser que también ofrecían éste formato), pero al final se logró imponer el formato 24x36mm de las Leicas y las Akarettes también lo acabaron adoptando.
Como dato curioso hay que decir que las primeras producciones hubieron de ser entregadas a Francia como compensación de daños de guerra antes de poder producir para el mercado alemán.
La Akarette II se lanzó a principios de 1950, que era de corte similar a la Akarette originaria, pero con más materiales cromados, para darle un aspecto más lujoso. Otra diferencia viene a aclararnos el por qué del "parche" del "telémetro". Y es que las dos ventanas posteriores no eran más que dos visores separados para dos longitudes focales diferentes, 50 y 75mm. Ya que la cámara podía intercambiar objetivos, no hacía falta usar un visor adicional para los mismos (por lo menos para los de 50 y 75mm). Así pues simplemente se miraba por una ventana u otra (ajustadas mediante aumentos a esos 50/75mm) dependiendo de la longitud focal del objetivo utilizado.
Pues bien, una mejora que se introdujo en la Akarette II fue una palanca para "cegar" el visor que no fuera necesitado en ese momento, y así evitar su confusión al utilizarlos. La palanca la vemos frontalmente debajo de las dos ventanas.
La Akarette II fue una de las cámaras de mayor éxito de AkA, con más de 50.000 unidades vendidas, y fue finalmente relevada en 1954 por la Akarelle, cuya principal mejora fue la inclusión de una palanca con retroceso para el paso de foto.
Otra curiosidad. Tras un litigio con la casa Agfa, AkA hubo de cambiar la terminación de sus "Akarette" en "Akarelle" debido a que Agfa reclamó que estaban copiando el nombre de sus "Isolette". también curiosamente varios modelos más posteriores de Aka se asemejan bastante a algunos modelos Agfa, como sus Optimas.
De todas maneras AkA sí que estuvo por la labor de sacar su Akarette como telemétrica, que acabó realizando con sus modelos "AkArex" I y III. La primera de objetivo fijo y telémetro no acoplado, y la tercera de objetivo intercambiable y telémetro acoplado. La AkArex II era el modelo intermedio, con objetivos intercambiables y telémetro no acoplado, pero nunca pasó de la fase de prototipos. La AkArex III fue otro curioso invento, en el que el telémetro se desmontaba junto con el objetivo, aunque no tuvo mucho éxito.
Había 4 modelos de la Akarette II, dependiendo del objetivo de serie (lo que hoy sería un "kitero") que montaran:
- Con Radionar 3,5/50mm por 165 DM
- Con Xenar 3,5/50mm por 183 DM
- Con Xenar 2,8/45mm por 225 DM (modelo aquí expuesto)
- Con Xenon 2,0/50mm por 270 DM
Todos los objetivos suministrados por Schneider Kreuznach. Como veis no montaba ópticas nada despreciables, al final los precios no eran tan baratos, considerando que el salario medio en Alemania en esa época estaba en torno a los 1,5 DM por hora. Según alguno autores fue denominada la "Leica de los pobres".
El modelo que tengo la suerte de poseer está en muy buen estado y según su vendedor provenía de herencia familiar. La conseguí a muy buen precio y me entró en su funda original, junto con un fotómetro Gossen Sixtomat negro en funda de cuero y un flash Revue para usar con Flashcubes. Muy posiblemente la cámara estuvo en servicio junto con dichos accesorios.
La lente está protegida por una tapa de bakelita enroscada con el logo de Aka. El objetivo es análogo a los utilizados por Leica, aunque no son compatibles, ya que la rosca de AkA es más pequeña (unos 36mm). De todas maneras parece ser que se hicieron adaptadores para poder utilizarlos en sistemas M39.
Aka se procuró toda una paleta de objetivos intercambiables de Schneider-Kreuznach, entre los que estaban los mencionados Radionar, Xenar y Xenon de 45 y 50mm, grandes angulares como Xenagon y Westron de 35mm y teleobjetivos Tele-Xenar, Tele-Radionar y otros en el rango de 75 a 135 mm. Lógicamente los dos visores ofrecían sólo encuadres para 50 y 75mm, así que Aka ofrecía toda una serie de visores (por ejemplo para 135 mm) y telémetros extra.
Muchos de éstos objetivos son muy codiciados, por lo que normalmente (y además he podido comprobar por eBay) sale más barato pillarse una cámara entera, que sólo el objetivo. Sus precios originales en ocasiones sobrepasaban al de la cámara misma, costando el Tele-Xenar 3,8/75 los 170 DM y el Xenagon 3,5/35 160 DM.
Debido a la escasez de materiales aún en esos tiempos, el cromado no es el mejor que digamos, y estas cámaras suelen aparecer con el frontal “desgastado”. Cosa que no pasa en mi ejemplar, aunque sí se puede apreciar en el cromado trasero. La palanca para tapar el visor no deseado funciona suave y precisamente, desplazando el “parche” de derecha a izquierda. El paso de foto y carga del obturador también tansmite una gran sensación de robustez.
El botón de paso de foto incluye una escala para película DIN/ASA que nos recuerda ligeramente al ya empleado en las Leicas IIIf.
El Prontor-S proporciona velocidades de obturación de hasta 1/300s e incluye un temporizador de unos 8 segundos que se acciona a través de una palanca en la base de la rosca del objetivo, donde también encontramos la inscripción “Made in Germany” y una pequeña pata para poder apoyar la cámara sin que ésta venza hacia delante. En su base sólo se localiza la rosca para trípode.
La cámara se abre presionado dos botones laterales y la tapa trasera (que incluye ambos visores) queda unida a la cámara por medio de una bisagra. La cámara no necesita de bobina extra y en el interior descubrimos su número de serie, que en éste caso la identifica como la tercera “hornada” de la Akarette II, que llevan impreso el nombre de “Prontor-S” y los aros para la correa de transporte en su parte superior. Se produjeron hasta el número de serie 115.000, por lo que el aquí mostrado es una de las últimas de su “estirpe” (103.473).
En su parte superior hay un pie para accesorios donde se puede acoplar el flash, que ha de conectarse por cable a la conexión sincronizada frontal, situada en la rosca para el objetivo.
También n su parte superior encontramos el contador de fotos, que podemos poner a 0 apretando y girando una corona que lleva en su centro y el botón disparador, que incluye dentro rosca para latiguillo.
En conclusión, una cámara injustamente poco conocida a pesar de ofrecer más que aceptables prestaciones, aunque quizás le habría faltado un obturador más capaz. De todas maneras pienso que el “doble visor” fue una buena idea, pero la habrían bordado si realmente hubiera sido telemétrica. Claro, que para eso ya estaba la AkArex...