En todo tipo se situaciones no. Si intentas fotografiar la luna, por ejemplo, se hace un poco complicado
Yo a los fotómetros de mano les veo sentido en situaciones de fotografía muy pausada, en estudio, o en algunos tipos de fotos de aire libre qeu tienes tiempo de preparar. Pero hay muchos tipos de situaciones donde es imposible usarlos.
Si tu cámara tiene la pantalla de enfoque original, que no altera las mediciones de luz, no deberías tener esos problemas de medición. Yo por lo menos no las tenía, eso sí, usaba exclusivamente la medición puntual y tomaba puntos de referencia en cada foto para saber como estaba de contrastada y como podía conseguir el mejor resultado, aplicando el método de zonas de Amsel Adams pero adaptado a digital. Una aproximación burda es el método Mellado, que consiste en buscar el punto más brillante de la escena, medir ahí, y sobre lo que da aplicar un +2. Funciona bastante bien (teniendo cuidado en no medir nunca sobre un reflejo especular, eso sí, ni directamente en el sol o la fuente de luz principal de la escena en el caso de que salga en la toma), y resuelve la mayoría de las fotos; pero si quieres tener más control lo ideal es medir luces, sombras y algunos puntos intermedios, calcular cual es la latitud de tu toma, y con un par de cálculos sabrás rápidamente qué saldrá quemado / empastado en tu foto. Al cabo de no mucho tiempo se hace mentalmente sin demasiada complicación.