Interesante, y que buen color te engrega este laboratio.
La Yashica se ha comportado igual que el fotógrafo.
La primera foto, con el movimiento de los pies bien representado, esta muy lograda.
La segunda, con ese flare, nos muestra el punto débil de los objetivos en cámaras de esa edad, que si bien eran muy buenos, no lo eran tanto sus revestimientos.
Y la tercera como bien dices nos muestra el ajuste del telémetro, pero también lo nítido que es este objetivo a plena apertura.