Las Ikonta (
http://camera-wiki.org/wiki/Ikonta) de Zeiss-Ikon (
http://camera-wiki.org/wiki/Zeiss-Ikon) fueron una serie de cámaras de fuelle y formato medio lanzadas al mercado en 1929 (sólo tres años después de la creación de Zeiss-Ikon como empresa) y que prolongaron su vida hasta 1959, con la Super Ikonta IV 534/16, es decir, treinta años después, y una guerra mundial por medio. La división, desde 1945 hasta 1995, de Zeiss-Ikon en Zeiss Ikon AG Stuttgart (República Federal Alemana) y VEB Zeiss Ikon Dresden (República Democrática Alemana), hizo que las distintas variantes y mejoras de la extensa gama Ikonta y Super Ikonta (que incoporaban telémetro y exposímetro) fueran desarrolladas únicamente por Zeiss Ikon AG Stuttgart (incluso en el período anterior a la guerra toda la producción de las Ikonta se realizaba en la planta de Zeiss-Ikon en Stuttgart), mientras VEB Zeiss Ikon Dresden se limitó a mantener la producción de las Ikonta originales, las del período anterior a la guerra, que renombraron como (Pentacon) Ercona.
Inicialmente Zeiss-Ikon clasificó las Ikonta en cuatro tipos: A, B, C y D, en correspondencia con los tamaños de negativo de 4,5x6, 6x6 y 6x9 en película de formato 120 mientras que lkonta D utilizaba formato de película 116 ó 616 (formato que dejó de fabricarse en 1984) que producían negativos de 6,5x11cm ó 2,5X4,5 pulgadas. Más tarde Zeiss Ikon AG Stuttgart denominó las categorías B, C y D con los sufijos /16, /2 y /15, una clasificación algo más confusa. La Ikonta A 520 que os presento realiza, por tanto, fotogramas de 4,5x6 en película 120 y fué fabricada entre 1932 y 1937 (por el numero de serie del obturador Compur creo que la cámara es de 1936/37), así es que hablamos de una cámara con unos venerables 80 años de vida y que continúa funcionando como el primer día (con algún retardo previsible en las velocidades de obturación).
Si hace poco nos referíamos a la Canon T-90 como último grito tecnológico en su época (
http://manualens.com/foro/index.php/topic,24725.0.html), podríamos decir que los valores de la Ikonta A 520 son otros, casi precursora de un intencionado minimalismo; en 1932, año en que se lanzó la Ikonta A-520, ésta no era, desde luego, el último grito tecnológico (
http://camera-wiki.org/wiki/Ikonta_520) y casi podría definirse por lo que
NO tiene: carece de conexión para flash (y de zapata para flash o para instalar algún telémetro postizo), carece de telémetro, carece de fotómetro, carece de palanca de disparo convencional, carece de temporizador, carece de dispositivo de prevención de doble exposición y también carece de contador de fotogramas (varias de éstas carencias persisitirían en otros modelos Ikonta posteriores). Pese a todo ello es fácil notar, dentro de ese minimalismo, una buena ingeniería y diseño, además de una excelente calidad de construcción y es fácil llegar a apreciar su sencillez como una cualidad en sí misma; una cámara Zen de hace casi un siglo.
El único botón practicable situado en la parte superior está destinado a la puesta en funcionamiento de la cámara: permite la apertura la tapa anterior y que el objetivo ocupe su lugar de funcionamiento (a veces con algo de ayuda y/o algún engrase previo) y que el fuelle se despliegue, simultáneamente las dos partes móviles que constituyen el visor hacen lo propio; es casi imposible sustraerse a la magia que se siente al apretar ese único botón y notar como ese sencillo automatismo nos retrotrae a los inicios históricos de la propia fotografía. El resto de los controles (salvo la llave del elemental sistema de avance de la película, situado en la perte inferior) se sitúan anejos al objetivo: una palanquita para cargar el obturador, otra para su liberación (disparador), una toma para disparador de cable, el selector de velocidades (para un obturador Compur-Rapid, de 1 seg a 1/500 seg. más B y T) y diametralmente opuesto, en una situación no muy cómoda, el selector de diafragma (de f/3,5 a f/16, de 10 palas) y, finalmente, el movimiento de enfoque que supone un giro casi completo del objetivo, con una distancia de enfoque mínima algo mayor de 1 metro. En el dorso de la cámara dos (agradecería que alguien me explicara porqué son dos si sólo admite el formato 4,5x6) ventanas para el control del avance de fotogramas, ventanas que también carecen de tapa corredera de seguridad, de la que sí disponen los modelos posteriores. El objetivo es un Novar Anastigmat de 7cm. f/3,5 (modelos superiores de la A 520 montaban un Tessar también de 7cm. y f/3,5) que pese a ser un sencillo triplete (similar al Zeiss-Rollei Triotar posterior) los analistas clásicos generalmene elogian. En el mismo lateral del asa, la llave corredera que permite la apertura trasera de la cámara para introducir y retirar la película y un ingenioso y sencillo sistema portarrollos. Eso es todo.
Sujetándola en la mano (las dimensiones oficiales plegada son de 125x85x40 mm.) y con un peso de 440gr. nadie diría que utiliza película 120 y obtiene los mismos (o más) fotogramas que una Mamiya 645, 40 años posterior (que pesa, con el prisma y el objetivo Mamiya Sekor 80mm f/2,8 unas cuatro veces más, 1.679 gr.).
Algo a lo que cuesta -a mí, al menos, me ha costado, utilizo el ojo izquierdo para el visor- acostrumbrarse es a utilizar la cámara en vertical si queremos obtener imágenes en horizontal, por la forma en que se obtiene el tamaño del fotograma (4,5x6) sobre la película 120; ayuda el hecho de que la referencia tanto para la distancia de enfoque como para la velocidad del obturador estén a 90º, es decir, en la parte superior si sujetamos precisamente la cámara en vertical.