Puedes probar la película montando un carrete muy corto, de seis u ocho fotogramas, y revelando de forma genérica, a ver qué sale.
O, con el mismo plan, exponer una escena fija a una velocidad de obturación fija y variar, fotograma a fotograma, la abertura del diafragma. Luego procesas el carrete con normalidad y ves qué combinación abertura/velocidad es la más adecuada. A partir de ahí ya sabes cómo trabajar la película.