A lo largo de casi siete intensos años de vida y vivencias en Asturias y como soy persona de dialogar, de escuchar, y de preguntar he sido capaz de recoger algunas buenas historias o al menos yo las considero así, de esas que se cuentan en los pueblos, o que cuenta la gente cuando les preguntas por determinadas cosas, pero en esta ocasión la cosa fue diferente, un día entre en una casa abandonada en medio del bosque, era una buena casa de bastante reciente construcción, de hormigón, quizás de unos 25 años de antigüedad, y se iba a destinar a una especie de mini hotel para amantes del campo pero por una serie de problemas de todo tipo de abandono, y ahora allí había un mendigo que la habitaba, yo fui a hacer unas fotografías y hablé con el, me contó una historia de esa casa y me hizo participe de sus miedos y sus pensamientos.
Esta no es una historia mía aunque yo os la cuento tal y como a mi me la contaron.
Yo solo hice unas fotografías.
Nunca le dije al tipo aquel que iba a volver a los pocos días a hacer más fotografías, volví tres veces, él nunca me esperaba, y nunca me dijo más de aquella extraña situación, puede que tal vez solo fuese la imaginación de aquel anciano o puede que me tomase el pelo, pero también puede que hubiera algo de verdad en todo aquello.
Si de verdad quieres sentirte partícipe del contenido de esta historia debes sentarte con tranquilidad y de noche, porque la noche nos hace sentir y ver allí donde la luz lo impide, por ello lee despacio, pero no leas con mucha oscuridad, algunas veces allí se mueven cosas, “seres”, que preferiríamos no ver.
- - -
La historia:
Cerca de nuestra casa en aquella pequeña aldea al pie de la carretera entre Unquera y Panes había un lugar, un lugar que ningún lugareño quería visitar, pocos hablaban de ese lugar a pesar de conocerlo, era una casa abandonada desde hace mucho tiempo.
Como os he dicho la casa no era muy antigua, pero contaban los muy viejos que eran ya varias las familias de desheredados las que a lo largo de los últimos años habían pasado por allí, eran familias con y sin hijos pero sin suerte en la vida, no tenían un techo propio, gentes que van y vienen, también se vio por allí a otros solitarios.
Hacía un año que oí hablar por casualidad de ese lugar, había unas mujeres en el supermercado, decían algo acerca de un vagabundo que paraba por la puerta del super, ese vagabundo por lo visto había estado allí varios días pidiendo y decían que dormía en esa casa, y decían también que había desaparecido.
Fue esto lo que abrió mis oídos, fue además lo que decían acerca de que no era la única persona que había desaparecido en esa casa.
Esperé a una de esas mujeres a salida del super y la abordé preguntándole por la casa, ella se sorprendió de que yo no hubiese oído hablar de las cosas que se contaban desde hacía años, “pues no”, le conteste yo.
La mujer me refirió que desde hace muchos años esa casa-hotel estaba abandonada, la familia que la construyo había tenido muy mala suerte desde el comienzo de las obras hace ya cerca de 25 años, la mujer me dijo que aquella casa estaba maldita, había una historia y en ella se decía que las tierras donde se asentaba le habían sido arrebatadas al antiguo cementerio de la aldea, y que desde entonces ocurrían cosas extrañas allí, aquella familia comenzó a tener mala fortuna y dos de sus miembros murieron en extrañas circunstancias, en accidentes o de enfermedad con una aparente buena salud, quién sabe, 25 maños atrás ya son muchos para investigar lo ocurrido pero yo no estaba dispuesto a dejar correr la cosa así como así.
Como digo unos días más tarde me acerque a la zona y localicé la propiedad, una extrañamente vieja casona no demasiado derruida, la mire durante un rato antes de decidirme a entrar, no sé bien por qué pero un escalofrío me recorrió el cuerpo, algo allí dentro era extraño, incluso el olor que se desprendía era fuerte e irreconocible para mi, la inquietud me abordó cuando recordé lo que me había ocurrido en el árbol (esa otra historia que he contado hace unos días).
Pegue un rápido vistazo y como llevaba las cámara fotográfica decidí hacer una par de disparos e irme dispuesto a volver al día siguiente con mejor luz, …….. todavía no había abandonado el interior cuando algo en el fondo de la gran estancia llamó mi atención, era algo pequeño, oscuro, se movía por el suelo despacio hacia una habitación, supuse que era algún gato, hacía un ruido muy raro pero no lo pude distinguir bien debido a la oscuridad reinante y así lo dejé, entonces al recorrer un pasillo vi a aquel anciano.
Le saludé y le pregunté si él había ido al super de Unquera a pedir a la puerta, me dijo que no, que llevaba allí tan solo dos días y que si encontraba otro sitio mejor se iba a cambiar más cerca del Pueblo, entonces le pregunté por otra persona que había vivido allí antes que él, y me dijo no saber nada pero que había encontrado cosas y utensilios de otro “carrilano chupano”, en su argot otro mendigo que lleva su casa a cuestas y que se mete en viviendas abandonadas.
Entonces me dijo que no le gustaba nada ese lugar, que por la noche se metían demasiados animales dentro de la casa y que armaban mucho ruido, que tenía miedo de que le mordieran.
Al día siguiente por la tarde acudí con las cámaras y anduve buscando restos de recientes inquilinos, había mucha basura pero ordenada, muebles rotos y cajas, sacos de dormir por el suelo, pañales de niños todavía sin usar, y restos de comida en una mesa rota y muy sucia, había algo raro, había ropa antigua y moderna, se distinguía con claridad que allí habían permanecido muchas personas distintas y entonces ……….. otra vez ese ruido sordo llamó mi atención, era como si arrastrasen algo por el suelo, otra vez al fondo note la presencia de un pequeño bulto que giro una esquina del fondo y que se metió en una habitación semi oscura, esta vez yo iba con luz y me dirigí al cuarto dispuesto a ver de qué se trataba, al llegar a la puerta de la habitación algo me sobrecogió, fue la visión de lo que por el suelo había en gran cantidad, eran montones de zapatos, nuevos, usados, viejos, antiguos, montones de zapatos grandes y pequeños, pero de niños sobre todo, y en una ventana había un muñeca rota y sucia junto a un zapato de niño, su cara me asustó un poco, tenía el pelo medio chamuscado, un ojo cerrado y el otro, …. con el otro me miraba, me miraba fijamente.
No pude resistir esa mirada y la tapé con un viejo saco tras hacer una foto con TriX 400 y mi MP.
Salí de esa habitación pensando en lo que había visto, todos esos zapatos, qué cosa más rara pensé yo, me pregunté por qué alguien acumularía tal cantidad de zapatos de todas las épocas y sobre todo de niños.
Como lo que tenía en mente era hacer unas fotografías me puse a buscar el lugar idóneo, encontré en uno de los pasillos medio iluminado por la luz de la tarde ese lugar que yo buscaba y me puse a la tarea, quería inmortalizar ese caserón.
Busqué al anciano mendigo pero no lo encontré, y tras dar un vuelta por la casa me fui para volver otro día y hablar con ese viejo.
Pasó una semana y volví, allí estaba el anciano en la puerta, le pregunté por los zapatos y por la muñeca, me dijo que la puñetera muñeca parecía viva, que cada día estaba en un lugar distinto, que el juraba que se movía.
Me dijo cosas sin mucho sentido que yo achacaba a la edad y su estado mental, pero el caso es que yo había visto algo raro.
Al rato dejamos de hablar y yo entre en la casa con la mosca detrás de la oreja, y lo que paso a continuación sigue sin tener para mi una explicación lógica, racional, no creo que lo que vi se pueda explicar por la ciencia ni por nadie.
Cuando terminé de sacar de la mochila la cámara fotográfica vi en medio de la estancia que iba a fotografiar una banqueta, encima de ella había un osito de peluche, y apoyada en una de sus patas ……………… allí estaba la muñeca, la misma que yo había dejado tapada con un saco, era la misma muñeca, sin duda alguna, me arrime con precaución, no era normal, un escalofrío me recorrió la espalda, sí, era la misma, pero no podía ser, era imposible.
Fui al cuarto con la linterna, mire en el montón de zapatos, la vieja muñeca no estaba, y el saco estaba cerca del pasillo, una extraña sensación se apoderó de mi, pensé que había otra persona en la casa pero no, yo estaba allí y estaba solo, o eso parecía.
Hice las fotografías, las tengo aquí, no me arrimé más a la muñeca, aquella muñeca con un ojo abierto que me miraba fijamente, aquella muñeca era algo siniestro, pensé que estaba poseída por algo maligno, era imposible, pensaba yo mientras baja a la planta de abajo, que la muñeca se hubiese movido sola, ……… y …. no termine de llegar abajo cuando la vi de nuevo, con un zapato agarrado en su pequeña mano, estaba en medio del pasillo, ..IMPOSIBLE, ALGO MALO PASABA ALLÍ pensé, yo tenía que salir corriendo pero la muñeca estaba en ese semioscuro pasillo, ahora lo entendí todo, en un segundo me di cuenta de lo que pasaba, era la muñeca, esa demoníaca muñeca quemada y con un solo ojo, buscaba zapatos, los acumulaba, no sé cómo pero los dueños de esos zapatos habían desaparecido de la casa, estaba seguro mientras corría hacia una ventana de que la muñeca era un emisario del inframundo, del averno, de satanás, me preguntaba si acaso esa antigua muñeca hacía desaparecer de alguna manera a esas familias que por allí pasaron a lo largo del tiempo, quizás esas personas estaban ahora en el infierno y sus almas vagaban por la casa ??.
Todavía recuerdo que cuando yo saltaba por la ventana me volví y vi a la muñeca apoyada en un hueco de la pared sentada en los ladrillos, parecía querer atraparme.
Yo fui más rápido, ….. o no?. Ahora, por las noches, voy siempre provisto de una linterna, incluso por mi casa cuando me levanto a media noche, nunca voy a oscuras, siempre miro al suelo, siempre estoy esperando ver aparecer la vieja muñeca que no pudo atraparme, quizás este dirigiéndose hacia mi casa, en mi busca.
Ten cuidado tú que lees esto, ten mucho cuidado con las viejas muñecas que guardas en tu casa, ten cuidado por que tal vez una de ellas cobre vida y se aproxime a ti en la noche en busca de tus zapatos, de tu alma, …. Ahora lo recuerdo, aquella vieja muñeca estaba descalza, buscaba unos zapatos que ponerse, tal vez los de los niños desaparecidos, tal vez … los tuyos.
Son las doce de la noche cuando escribo esto, estoy sintiendo ruidos por el fondo del salón, no me atrevo a mirar al suelo ahora mismo, el ruido sordo se acerca hacia mi, no sé lo que puede ser, las luces están apagadas, solo la lamparita del ordenador esta encendida, … el ruido se sigue acercando, tengo miedo a la oscuridad, tal vez tu deberías tenerlo también, nunca se sabe lo que nos acecha allí, al fondo, donde la luz no llega, donde las sombras comienzan su reino a partir de la media noche.
Ten cuidado con las viejas muñecas, ten cuidado de la oscuridad.
Voy a encender la luz para ir a la cama, ya termino de escribir, pero ……… QUÉ PASARA CUANDO ME DUERMA, VOLVERÉ A DESPERTARME AQUÍ, O TAL VEZ EN LA VIEJA CASA CON ESA MUÑECA ?? !!.
Qué habrá sido de aquel vagabundo.
ESPERO QUE OS GUSTASE LA HISTORIA, la mitad de la misma es ficción, pero otra parte no lo es.