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Has visitado alguno de estos lugares, muchos, ninguno ?.Yo he tenido la suerte de residir en una aldea en el Occidente Asturiano durante casi siete años y de recorrer literalmente cientos de miles de kilómetros por todo el Norte Español sin otra cosa que hacer que fotografías, tanto de noche como de día he visto tantos pisos, bloques de edifícios, la cárcel de Carabanchel, conventos enormes y otros pequeños en varias províncias de España, complejos industriales gigantescos, sanatorios psiquiátricos inmensos donde te pierdes, casas grandes y pequeñas, caserones y palacetes abandonados como allí arriba, construcciones centenarias la mayoría de ellas, también muchas de ellas en Madrid y cerca. La gente habita en las casas, la gente vive y muere en ellas, luego la gente se va lejos casi siempre por necesidad y allí quedan en el olvido todas esas vivencias, recuerdos, objetos y quizás las almas de los que se quedaron y no pudieron irse jamás.Hay casas que sencillamente están vacías, sin más, pero hay otras casas delante de las cuales te paras antes de entrar y sientes que te has de quedar allí, parado, mirando por esas oscuras y entre abiertas ventanas intentando ver lo que allí habita, algo te dice que no vas a estar solo cuando entres.Tengo por costumbre entrar y permanecer en la zona principal, como esperando a que algo o alguien me diga adelante, puedes pasar y mirar dentro de mi.Si te paras en el fragor del silencio eres capaz de escuchar los gritos de los que “te hablan” desde las paredes, desde los rincones, las habitaciones, y si caminas no solo haciendo fotografías si no mirando objetos, puertas, habitaciones y estancias, etc., notas cosas que solo sientes de esta manera, despacio y en silencio, “mirar para poder ver”.Siempre voy solo la primera o las primeras veces, no me gusta la compañía sobre todo si no estoy seguro de que aquellos de quienes me dejo acompañar serán capaces de comprender que no solo entran en una casa abandonada, necesito estar seguro de que entienden lo que hacen y que aquellos lugares no son solo museos, lugares muertos o sitios sin otro valor que la fotografía, me gusta que aquellos que me acompañan entiendan que entran, que se entra a perturbar la paz de lugares no solo que pertenecieron a otras personas si no en los que tal vez todavía queda algo de ellos.Hay lugares buenos y malos, no en todos esos sitios la gente ha vivido feliz, hay también otros en los que la tragedia ha sido una constante o sitios que han pertenecido y sido empleados para torturar de muchas maneras, o incluso matar, es en esos lugares donde los gritos del silencio son más intensos si paras y escuchas.Hay lugares que dejan emanar algo maligno, sufrimiento y maldad, lugares impregnados de algo oscuro, de energía negativa que te afecta si estas demasiado tiempo dentro.He estado en al menos dos de estos lugares donde la intensidad de las percepciones a estos niveles y por estas causas se dispara, puede tal vez ser solo que la mente se deja influenciar o puede ser otra cosa.El cuerpo humano tiene energía eléctrica, el alma es algo que no se controla, se han elaborado y vertido miles de teorías sobre esto peor nadie ha comprobado nunca si el alma al abandonar el cuerpo se “evapora” o si hacemos caso a las teoría y leyes físicas “la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma” y por lo tanto queda flotando en este mundo donde ya no hacemos caso de esas cosas porque hemos perdido la capacidad de nuestros ancestros de estar en contacto con el mundo de los espíritus ya que eso ahora “no se lleva, no esta de moda”, salvo para reducidos grupos de gente. No voy a hablaros de los sentimientos y las percepciones que a veces me han abordado y que he tenido en alguno de estos lugares porque me temo que pueda no comprenderse y no interesar o tomarse simplemente como letra de un guión, eso queda para mi.Si que digo que hay lugares, casas donde personas con mayor capacidad de percepción que otras son capaces de “comunicarse” con aquello que sea lo que fuere ha quedado allí.Tengo una, para mi, buena y selecta colección de unas más o menos 180 fotografías de las que, si me lo aceptáis, os voy a mostrar solo unas pocas e inconexas para vosotros que no para mi. Son fotografías tomadas con film y la MP o la M3 y digital con la MMonocrom, objetivos Leica de 28mm, 21mm, 24mm, 50mm, 75mm y 90mm.