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Ardorra: Pesca Tradiconal Nocturna de Bajura
Shab:
Buenas tardes,
hoy comparto con vosotros otro de los temas que más me apasionan: la pesca tradicional en el cantábrico.
INTRODUCCIÓN:
Desde que era niño miraba a los barcos que salían del puerto de Getaria (Gipuzkoa) a pescar. Siempre pensaba que tenía que ser muy emocionante el ir al mar con ellos.
En los días de verano, solían salir uno tras otro para ir a pescar Atunes. Solía ser una gran hilera de barcos de pesca.
Cuando ya era joven, solía coger la bici y el walkman, con algún cassette que tuviera las oberturas de Wagner y escuchando "El Holandes Errante" solía dirigirme al puerto de Getaria. Una vez allí, me sentaba en el dique y esperaba a que comenzaran a salir los barcos. Me encantaba escuchar el sonido de sus motores diesel, con ese retumbar y ver a los pescadores preparar sus utensilios...
Cuando vine a vivir a Hendaia, solíamos ir a pasear al puerto y allí, todas las tardes, veíamos partir a los pescadores. Una vez más, volvía a encontrarme con el mismo sueño.
En el año 2009, hablando con algunos de los pescadores, me invitaron a ir con ellos a fotografiarlos mientras ellos trabajaban. Ellos salían cada tarde y volvían a puerto al amanecer siguiente, cuando se veía el "Ardor" del sol en la superficie del mar...
Y así, de una manera espontanea, tuve la oportunidad de hacer realidad uno de mis sueños. Una tarde de la primavera del 2009, embarqué en el Attalaya Berria, junto con mi cámara...
La experiencia resultó muy gratificante. La convivencia con los pescadores fue realmente buena y disfruté muchísimo con ellos. Y así, en el año 2010 volví a salir un par de veces más. Pero esta vez, si algo había cambiado fue mi forma de ver las imágenes que iba creando. El color estaba presente. Y ahí ha habido un salto respecto a todo lo anterior. Y aunque había una rotura en la estética del proyecto, decidí que esta segunda fase la debía realizar a todo color.
Entre el trabajo y la familia, no me quedaba tiempo ni fuerzas para embarcar con ellos, así que tuve que parar en la realización de este proyecto.
Pero siempre pensaba que algún día volvería a salir con ellos, para ir profundizando en el proyecto fotográfico.
Y este año, en el 2016, he vuelto a salir con ellos.
Después de casi seis años sin aparecer, ellos me han acogido de una manera muy natural. Había pescadores que ya se habían jubilado, otros que ya no están porque encontraron otros trabajos. Y por supuesto, esta vez he conocido a pescadores nuevos. Ha vuelto a ser un auténtico placer el disfrutar de su compañía.
La vivencia de trabajar en un espacio tan reducido, junto a otras personas en situaciones duras, muchas veces con la incognita de lo que se va a pescar, con el cansancio, el malestar que provoca el estar en la mar, a merced del ir y venir de las olas, del viento, del frío y del calor... es un modo de vida muy duro.
El estar noche tras noche, lejos de la familia, en esas condiciones, con ese ritmo de vida tan diferente... pero a su vez, como ellos me han solido decir, son unos privilegiados, pues ven todas las puestas de sol, los contrastes de la luz, el cambio del color del mar, el ver emerger la Luna... es uno de los lados buenos de este trabajo.
Una vez más, miro las fotos que componen este trabajo y pienso que no muestran más que una pequeña parte de lo que es la realidad de estos hombres.
Sólo me queda agradecer, de todo corazón a esos pescadores que me han permitido estar con ellos, retratándoles, con esa naturalidad, esa sonrisa, esas conversaciones tan fluidas...
Foto 01:
Foto 02:
Foto 03:
Foto 04:
Shab:
Foto 05:
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Shab:
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Shab:
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Navegación
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