Pues es la siguiente:
Cuentan historias de mucho tiempo ha, en la era de la maravilla, que un aprendiz de fotógrafo caminaba una mañana por el bosque cuando escucho el lamento de alguien gritando que socorro pedía.
Acercose el muchacho a mirar entre las enredaderas y vio a un pequeño gnomo que atrapado entre la maleza estaba.
El muchacho presto acudió y liberó al gnomo que agradecido le concedió tres deseos.
Cual es el primero?, le pregunto aquel pequeño ser, a lo que enseguida el aprendiz dijóle: mi primer deseo es poseer el mejor equipo del Mundo para hacer las mejores fotografías.
Concedido afirmó el gnomo, y dentro de 1 año vuelve a por tu segundo deseo.
Paso ese año y volvieron a encontrarse el Gnomo y el aprendiz que desconsolado lloraba por no ser el mejor fotógrafo del Mundo como un año atrás pensó ya en ser.
Cual es el problema preguntole el gnomo.
Yo pedí el mejor equipo del mundo y no soy el mejor fotógrafo, ahora en mi segundo deseo quiero saber tanto como sabe el mejor fotógrafo del mundo.
De nuevo el gnomo concedió su deseo al aprendíz que raudo partió hasta dentro de otro año dijo el muchacho.
Paso ese año y de nuevo llorando encontrose el muchacho con el gnomo que preguntole por el motivo sus llantos a lo que el chico se lamentaba sobre seguir sin ser el mejor fotógrafo del Mundo.
Y cual será tu último deseo quiso saber el gnomo.
Quiero ser como aquel que mejores fotografías hace en todo el mundo.
Por tercera vez el pequeño gnomo dijo: Concedido, ya has acabado con tus tres deseos.
Contento fue al Mundo el aprendiz de fotógrafo pensando que en esta ocasión sí había pedido bien su deseo.
Diose cuenta con el paso del tiempo que a pesar de tener dinero y ser más guapo y alto seguía sin ser lo que tanto anhelaba de tal forma que fue a hablar con el mejor fotógrafo del Mundo y con envidia le dijo: Tengo el mejor equipo del Mundo, tengo tantos conocimientos como tu y al igual que tu soy rico, guapo y alto pero sigo sin ser como tu el mejor fotógrafo del mundo, porqué?.
A lo que el otro le respondió: Yo soy yo y tu eres tu, yo soy hijo de mis padres y tu de los tuyos, que nos han dado algo que nos diferenciará siempre, la forma de mirar y de ver el Mundo, de entender la luz y conversar con ella, y eso nos hace distintos e irrepetibles.