Con permiso
Como en este apartado además de Fotógrafos también se puede hablar de Fotografías (a mí es realmente lo que me interesa), y en el cine hay muchos de ellos y muchas de ellas en tan sólo una película, pues aprovecho para comentar unas cuantas de tan sólo una. En parte como una ocurrencia o camino para tratar de transmitir un apartado fotográfico que de un modo más directo resultaría delicado y polémico en su debate, principalmente por su carácter interpretativo (nunca mejor dicho). Espero que se entienda la idea.
“Buscando a Nemo” (Finding Nemo) es una película de animación digital del año 2003 que como casi cualquier película lleva unas cuantas curiosidades detrás. Como pocas lleva algún que otro premio, entre ellos el Oscar de la Academia de Artes de Hollywood a la mejor en su categoría de animación en el año 2004. Pero como muy pocas ésta película animada ha tenido unos cuantos récords que han permanecido durante muchos años, aunque algunos ya superados por otras con el tiempo (eso sí, quizás en cifras tan sólo).
The Art of Finding Nemo . Script Lightning . Guión
The Art of Finding Nemo . Fish Tank. Story Board
Haciendo un resumen muy breve a modo de prólogo, en una película (no sólo de animación) todo sale de un guión (script), en ocasiones directa o posteriormente de un “story board”, es decir, de ese guión acompañado de imágenes fijas. Una vez definido ese boceto visual, se confecciona la base de cualquier película (no sólo de animación tampoco) un “story reel”, es decir, las mismas imágenes fijas (o parcialmente animadas) pero ya con el apoyo técnico de la banda sonora, al estilo de un pase de diapositivas (en animación se le denomina “Leica Reel”, dado que los primeros procesos animados en película usaron estas cámaras) Con ello obtendremos reflejada la historia (el guión) en un modo borrador o de pre-visualización animada (en algunos Leica no necesariamente va incluido el movimiento de imagen e incluso el sonido, que podría dejarse para un posterior sincronizado). Precisamente este Leica sirve para sincronizar la historia (imágenes, estructura, color …) y el sonido (diálogos, efectos, música …). Pero dejando a un lado el sonido sincronizado con el movimiento y centrándonos en la imagen fija (fotografía), esta película de Buscando a Nemo es un derroche de muchos, muchos conceptos.
The Art of Finding Nemo . The reef . Leica Reel
Llegados a este punto, unos cuantos artistas en pintura, dibujo y diseño se ponen en marcha con ese boceto para confeccionar una maqueta de diseños, en la que además de lo expresado, muchos más elementos entran a formar parte del juego, fondos, caracterizaciones ... (y todo a trocitos, como un puzle de miradas sueltas).
Tras esto comienza lo animado e interesante para nosotros en fotografía porque una vez aprobados, entran en acción (DoP . Director Of Photography) los directores de fotografía o también denominados Cinematographers (cambiando Foto por Cinema), pero esto no quiere decir que hayan estado descansando al margen, fumando un puro).
“Buscando a Nemo” es una película con tres directores de fotografía: Sharon Calahan, Jericca Cleland, Jeremy Lasky, con una misma misión, la de conjurar y confeccionar todo eso, y con todas esa piezas: organizar ángulos, direcciones, distancias, recorridos, fondos, luces y sombras … (en el cine también de animación, es la etapa conocida como Cinematographer Layout). En ella quedará formado pues el alma de la película: El Animatic. Tan sólo restará darle movimiento o animación (con o sin sonido), hacer pruebas de fondos y grabación de cámara (Ink & Paint), en película o digital … etcétera.
Find Nemo . Animatic Recreation
Pero, ¿dónde reside el valor FOTOgráfico en unas películas en las que parece que todo se pinta, se dibuja o se confecciona o diseña GRÁFICAmente?, ¿dónde queda el valor individual de una única FOTO, dentro de un mar de imágenes en CINEMA? (además de la foto fija en sí misma).
Todas las películas de animación, con más o menos acierto, además del mérito de lo animado en sí, con el mayor o menor valor de la historia contada con sus motivos y otros atractivos de contexto, tienen un valor, mérito o importancia increíblemente especial en el arte de redactar visualmente una idea o guión. Es decir, escriben con luz lo que antes era palabra, boceto en tinta o tan sólo un pensamiento. Lo mismo que nosotros en fotografía vaya, y en definitiva esa misma misión de esos DoP es a dónde yo os quiero llevar con este rollo que os estoy soltando, a lograr entrenar la mirada, para ver o para hacer de un modo distinto y como ayuda personal esa Confección (La Composición) de planos. En el Cine a esto se le denomina “Puesta en escena”, no sin cierta ambigüedad y discusión del término (concepto robado del Teatro, y esto último ya no es tan discutible)
Estos ejemplos a continuación son unos cuantos planos de la película, en diferentes saltos editados. Estudiando bien la estructura general de esa “redacción visual” (en este caso, a lo largo de poco más de hora y media) se observa un especial centro de atención volcado casi en una justa mitad derecha de la fotografía, en un alto porcentaje de la totalidad de la película, mientras que la parte izquierda sirve muchas veces también de punto de inicio de recorrido o bien de acompañamiento (con diagonales y curvas magistrales), puntos de atención o de relleno en un fondo de continuación, sin olvidar, la gestión del espacio vacío … y etc. En definitiva, un extenso viaje en el que la mirada de cada uno puede sacar una buena parte de provecho para el aprendizaje como “escribiente”. Estudiad los planos si os apetece, he evitado editarlos con las debidas líneas o pautas, para una lectura más libre.
Al margen de estos planos escogidos, esta película lleva un recorrido visual francamente potente, con secuencias continuadas magníficamente unidas en una correlación de espacios y seguimiento de luces, brutal de principio a fin. Muchas de las películas de animación se dice que han sido hechas para los padres de los niños que van a verla, tanto mejor para nosotros. “Buscando a Nemo” es de las pocas que se han hecho directamente para los niños, tanto mejor para ellos y mucho mejor aún para nosotros. Ellos se divierten y aprenden, y nosotros …
Hay dos libros de interesante lectura que recomiendo, uno referente a esta misma película “The Art of Finding Nemo” en el que se puede uno recrear (a modo de curiosidad, citada al comienzo de este mensaje) en la visión del propio director y parte del equipo creativo, explicando en tres partes diferenciadas, cada una de las cuales incluye las piezas individuales de ese puzle magnífico. El otro libro, fuera ya de esta película, ya es más abierto a películas de animación en general, y que es considerado el mejor libro de animación de todos los tiempos (hasta la fecha) “The illusion of life: Disney Animation” (creado como no podría ser de otro modo, por trabajadores de Disney), dicho texto aborda una serie de principios mediante los cuales “la animación puede llegar a explicar lo que la mente humana pueda llegar a concebir” (Walt Disney). Ambos libros, sin embargo abordan detalles de una gran riqueza común, como es la estructura visual desde una visión introspectiva. En ellos se pueden ver claros ejemplos, de acondicionamiento y confección de luces, de guión, paisajes, bodegones, retratos, interiores, fondos, plano tras plano por secuencia … y en el de Disney en concreto hasta una cámara multi-plano. Se pueden conseguir en .pdf por internet, por si alguien siente el impulso de echarles una ojeada, aunque cuesta encontrarlos en alta calidad y no son precisamente de reducido tamaño… el de Disney en concreto es de 548 páginas de sabiduría compositiva.
Después de todo este rollo, si tenéis oportunidad de “buscar” (o volver a buscar) a Nemo y/o de enriquecerse con salpicaduras de internet (o de libros mejor aún), para más información sobre todo esto de la animación, probad a verla una vez al menos sin sonido (olvidad la música, los sonidos, los diálogos ...), tan sólo mirad las imágenes (Las Fotografías), pensad en la distribución de los espacios en cada plano, dad a la pausa a determinados de ellos, estudiad la ubicación de los elementos y los espacios vacíos, ver como se rellenan (o por qué no) como si de la preparación para una fotografía vuestra se tratase, mirad dónde os va la mirada primero o pasado un rato.
Haced fotografías como cuando tan sólo hacemos una fotografía con nuestra mirada, sin apretar botones. Aprended de lo que está muy bien estudiado, no sólo de esta película, de cualquier otra, sea o no de animación. Es decir, todas esas cosas que inconscientemente hacemos tan sólo comiendo palomitas bien acomodados.
Es delicado, pero es una fórmula infantil para explicar cómo se puede aprender a ver. Muchos alumnos de fotografía tienen una mirada limpia quizás por desnuda, limpia quizás por comenzar a ver de un modo propio. Vigilad las cuatro esquinas y el centro que los une. Seguid la luz. Hay infinidad de literatura sobre este asunto pero este modo de explicarlo me ha parecido prudente por básico pero al mismo tiempo muy animado y para echaros una sonrisa.
Es complicado tener una mirada virgen, porque siempre sacamos algo de algo preconcebido, pero incluso en ese terreno tenemos miradas sin experiencia. Lo ideal es un camino intermedio o al menos contrario, pero desviándose en el justo instante de ese aprendizaje en el que tenemos un pensamiento propio. No se trata de llenar los ojos a toda costa, tan perjudicial es no regar el campo, como regar demasiado pero el que aprende bien del agua, del campo ..., riega bien y lo sabrá por experiencia, e incluso de tal modo que llegará a distinguir como adoptar otras medidas que no caben en la enseñanza, y ese es “ese momento” que marca la diferencia. De extrema gravedad son aquellos que con falsos halagos nos advierten de lo bien regado que tenemos todo, o incluso peor, aquellos que aprovechando debilidades pretenden regar por nosotros, "llenando de pajaritos nuestro jardín". El pez grande siempre come al pequeño.
Cualquier Fotógrafo pasado (y presente) se ha alimentado de otro, y muchos de ellos se han inspirado también en las películas de siempre para desarrollar su creatividad, para complementar y/o formar su estilo, su manera de “escribir” y estructurar o contarnos “sus momentos”. Quizás, después de todo, no sólo el Cine deba agradecer tanto a la Fotografía el poder estar en un séptimo lugar. Las deudas van y vienen.
