Pues bienvenido seas, Jorge.
Cada vez que Argentina aparece delante de mis ojos, me acuerdo de un buen amigo que se marchó para allá y allí se casó y formó una familia. Yo estuve a punto de acompañarlo, pero me dio miedo.
Ahora hablo con él regularmente y me cuenta cosas de "la Argentina" y se me ponen los dientes largos.
Algún día le haré una visita.
Salud.