Caray, qué rapido pasa el tiempo. Y cómo pasa casi sin darnos cuenta.
Todavía recuerdo la primera vez que me conecté a internet: se tardaban minutos en bajarse un texto, y mucho más un simple fotografía...
¿Alguien recuerda cuando siempre se llevaba algo de calderilla para llamar en las cabinas? Pues no fue hace mucho, tampoco...
Quizás no somos conscientes, pero creo que hemos vivido una auténtica revolución tecnológica y social en estos últimos veinte años. En algún me momento me han dado ganas de parar, de pedir una moratoria, de exigir que no inventaran nada nuevo hasta no asimilar lo que ya conocíamos...
Quizás por eso vuelve el vinilo: porque sabemos cómo funciona.
salu2