Semejantes pruebas de capacitación y competencia en las artes a que se van a dedicar bien también debieran también facerla a quienes aspiran a dedicarse a administrar la cosa pública. Ahorraríamos unos buenos dineros en asesores y en sueldos a ineptos, al tiempo que, quien promoviese semejante selectivo proceso, hallaríase moralmente legitimado, por previamente haber ejemplarmente pasado por él, para facerlo a los demás.
Hasta mi merced, tan por bárbaro tenido, hubo de superar un proceso de selección para acceder al trono godo. Y a él accedió por unanimidad del tribunal que juzgó la mía capacitación, compuesto por la mía merced como único miembro
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Un muy cordial saludo a todos.