Tengo la suerte de poder visitar Japón periódicamente, y este año me llevé por primera vez la NEX C3 con un par de objetivos manuales para hacer algunas fotos por el pueblo en el que me suelo alojar.
Se trata de un pueblo pequeño, de unos 2.000 habitantes, en la prefectura de Niigata (hacia el norte de la isla principal) que se dedica principalmente al cultivo de arroz. Como es habitual en los pueblos, la mayoría de familias también tienen su pequeño huerto para consumo propio.
Apenas hay tiendas más allá de un pequeño supermercado, algunas tiendas de "ultramarinos", un pequeño restaurante y algunas de bebidas. Una estación en la línea Tadami-sen con una frecuencia de unos seis trenes al día, complementada por un autobús que lleva a los pueblos cercanos, un colegio, el servicio postal y el Ayuntamiento.
Sus habitantes son gente humilde, curtida en los duros inviernos en los que llegan a acumularse dos metros de nieve. Los veranos son igual de implacables climatológicamente: calor húmedo, lluvias fuertes, y muuuuchos bichos.
Os presento algunas fotos de los lugares que recorro en mis paseos diarios. Veréis que se trata exclusivamente de escenas sin gente, ya que no me atrevo a fotografiar de cerca a mis vecinos menos allegados a pesar de conocerles durante años, pero espero que estas imágenes sirvan para dar una idea general del pueblo.
La estética del pueblo es de casas unifamiliares, ya que suelen vivir al menos dos generaciones, grandes pero sin mucho lujo. Predominan las construcciones en madera rodeadas de campos pequeños de arroz o huertos para consumo propio.
Algunas tiendas familiares tienen la mercancía a la venta de forma desatendida en plena calle. La responsabilidad de los ciudadanos y su conciencia social es ejemplar, por lo que esta forma de hacer negocio es posible: si compras una bolsa de verduras, metes el dinero en una caja sin que nadie tenga que atenderte.
La nacional 252 pasa por el pueblo, es una carretera pequeñita pero con bastante tráfico de camiones, aunque en verano suelen verse coches particulares que recorren los pueblos cercanos de turismo.
El tren, como os comentaba, se limita a unos seis viajes al día y sólo tiene dos vagones de locomotora con motor diésel. Principalmente lo utilizan estudiantes para ir al instituto del pueblo vecino y personas mayores cuando van a otra ciudad, aunque de nuevo en verano es fácil ver turistas ya que a los japoneses les fascinan los trenes y viajar en tren.
Esta línea cruza todo el pueblo pero sólo tiene una parada. Aquí un paso a nivel cerca de la zona donde están los campos de arroz y huertos más extensos.
Por el pueblo pasa un río que yo siempre lo he conocido con caudal, incluso en verano. El agua de esta zona proveniente de las montañas nevadas es de muy buena calidad, de ahí que Niigata sea conocida por su apreciado arroz, un grano llamado
koshihikari, y por su sake. Este es uno de los puentes que salva el río, en la parte céntrica del pueblo donde se acumulan los edificios del Ayuntamiento, colegio, Correos, tiendas...
Por supuesto, también tiene su pequeño templo donde se celebran las fiestas tradicionales, una de ellas en verano llamada
obon, con un sentido similar a nuestro día de todos los santos.
A la entrada del pueblo hay un precioso lago rodeado de un paraje natural muy extenso, aunque en realidad todo el pueblo está rodeado de naturaleza.
Bueno, también las partes traseras de algunas casas hacen de trastero... ¡¡incluso para bancos de FujiColor!!
Y por supuesto, ¡no todo está tan gris como lo he pintado!
Para acabar, sólo mencionar que las fotos son redimensiones de los JPG directos de la cámara y están hechas con un Minolta MD 24mm f/2.8 y un MD 50mm f/1.4.
Saludos.