Después de una plácida mañana de domingo

[Ruben Rodriguez]

Ni por asomo pensé, en el momento de disparar estas dos fotografías, que acabaría subiéndolas a la sala de exposición. Con ellas no pretendía otra cosa que guardarme el recuerdo de una plácida mañana de domingo en compañía de Carolina, mi hija mayor.





Sin embargo, después de contemplar los resultados, advertí un mensaje dentro de ellas, una idea que no estuvo en mi cabeza en el momento de disparar, que bien había logrado de manera fortuita, bien traicionado por el inconsciente.
Se trata del horizonte que se abre ante un niño pequeño, un avance sustentado en dos miradas, la mirada infantil, concentrada en lo próximo, indagadora, impresionable, y la mirada paternal, más atenta a la lejanía, reposada y cautelosa.
Creo que la fotografía de las cuatro torres podría representar esa contraposición entre ambos mundos. Afortunadamente, el mundo adulto, más oscuro y complejo, queda relegado a un plano secundario, y cede su protagonismo.
La fotografía del columpio, me temo que aporta un mensaje más confuso y débil. Ahora me hubiera gustado que mostrara, más a las claras, la euforia de Carolina tras alcanzar la altura, y su desdén ante la caída que se abre bajo sus pies, y que sí advierte su padre. Sin embargo, es una foto que mantengo, y mantendré durante un tiempo, porque creo que me aporta una dirección, un norte, para seguir.
Mi intención, ahora, es plantearme más tomas al abrigo de esta pareja de fotos, para llegar a completar un tríptico, posiblemente utilizando la foto de las cuatro torres como columna central. No sé cuánto tiempo tardaré en completar esta idea, por tanto no puedo decir si volverá a pasar por la sala de exposición.
Muy agradecido por vuestra atención y vuestra lectura, quisiera, además, añadir una mención afectuosa a tres foreros: Dani9batan, Panadero y Charrán.
Las fotografías están hechas con una Pentax Spotmatic (ex Dani9batan) que funciona como un reloj, y un Fujinon 55mm 1.8 que tenía un hongo incipiente, pero que quedó en perfecto estado después de recibir los cuidados expertos de Panadero, a quien tengo que dar las gracias por ésta y otras muchas razones. Además, he utilizado un filtro amarillo (ex Charrán) que me ha permitido dar contraste y profundidad al cielo. Las dos tomas fueron disparadas con idéntica configuración.

Cámara: Asahi Pentax Spotmatic SP II
Objetivo: EBC Fujinon 55mm 1.8
Filtro amarillo.
Película Ilford FP4+
Exposición: 200 ASA, f4, 1/1000 
Revelador: Tonal Plus 1+99
Septiembre de 2.013

[area51delcorazon]

La segunda foto transmite desasosiego, terror, incertidumbre. Esas torres difuminadas, que casi parecen pintadas, como sinónimo del incierto futuro que le espera a nuestros pequeños. Y ella mirando hacia arriba, desafiante pero también ignorante de lo que le espera.

La primera también me gusta, pero la segunda... ufff... la segunda me da escalofríos :-)

¡Enhorabuena!

[Recesvintus]

Conste, maese Rubén, que mi merced contempló ambas imágenes antes de leer vuestro mensaje, y en ellas pude contemplar la despreocupada actitud vital infantil frente a las complicaciones, reduciéndolas a meras trivialidades, de la que la primera es una excelente y clara metáfora, y los dos mundos paralelos que se desarrollan en ambas escalas que vos referido habéis: el, como, en la mía opinión, bien apunta maese Area51delcorazón, tenebroso y complicado mundo de los adultos, simbolizado en ese fondo con las torres, y el de la infancia, en que todo se contempla cándida y despreocupadamente, reducido a la suya escala.

Creo que, por lo que explicáis, inconscientemente, al modo en que los románticos, más guiados por la refleja intuición que por el consciente academicismo, lo facían, habéis logrado dos imágenes de un magno sentido transcendente. Quizás la cámara sea también adepta a ese movimiento y quiso plegarse a vuestros inconscientes sentires y preocupaciones, reflejando las cosas de acuerdo a vuestras más profundos sentires e inquietudes. 

Bromas aparte, al mío modo de ver, son dos imágenes que, al margen de cualquier explícita explicación, hablan y expresan por sí solas, transmitiendo a la perfección ese implícito transcendente mensaje.

Os animo pues a continuar la serie, aunque ya haya de ser buscada y consciente.

Un muy cordial saludo, maese Rubén.

[Vespacito]

Rubén, sin valora ese tocho que has metido y que después leeré para no contaminar mi percepción, las dos fotos me parecen super interesantes; la primera por esa composición, el cielo y la cara de tu niña que ha salido preciosa, la segunda refleja la felicidad de la niñez ajena a su medio lejano, las cuatro torres, centrada en sus juegos y con esa expresión tan simpática. La película borda las tomas.

[konqueror]

A mí también me gustan ambas fotos. La segunda me pide haber movido la cámara un poco hacia la derecha para dejar a la niña desplazada un poco hacia la izquierda.
Salud.