Hace poco más de un año lo trajeron a Zaragoza.
Lo maravilloso de la exposición, es que eran FOTOS ORIGINALES, en papel baritado, ni escaneo ni gaitas digitalizadas, foto-foto.
Además, estaban los contactos colgados en la pared, y con una lupa para verlos aumentados, y con la foto elegida marcada con un rotulador.
Estaban las de España, las callejeras, las de un medico de pueblo, del ejercito en Iwo-Jima, etc, ó sea, todo un gustazo.
De vez en cuando, una inyección de fotografía pura, viene bien para limpiar la vista y el cerebro de tanta basura tecnológica moderna...